La carta del apóstol Santiago, 2, 1 -5, utilizando la analogía de un banquete (el Reino de Dios es como un banquete) al que están convidados ricos y pobres, invita a recordar cuáles son los criterios del Evangelio de frente a las injusticias y ver la realidad desde la fe: “Puesto que ustedes tienen fe en nuestro Señor Jesucristo glorificado, no tengan favoritismos”.
En estas frases resume la idea principal del programa y del comité de referencia, en el sentido de proporcionar esa tranquilidad que necesitan las damas en un estado tan especial como es el previo a dar vida.
Al llegar el agua, arrastra ese óxido y tierra que se acumula. Recuerde: cuando el río comienza a llevar agua, se ve rebotada y no por culpa de Almaraz, sino por la presión natural del líquido.
Que la tristeza que embarga a todo corazón afligido, arrepentido de corazón de sus faltas, encuentre en el amor del Cristo resucitado, la verdad que encierran todos aquellos misterios que encontramos por los caminos que nos conducen a la vida eterna.