¿Qué está pasando en la capital con el problema del agua? Cada día que pasa es, desafortunadamente, más increíble el problema.
En mayo de este año, un Tribunal Colegiado de Circuito, en un análisis constitucional, se pronunció respecto a las características del derecho humano al agua.

Señalando que, para que se garantice el acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible, el acceso al líquido vital debe revestir las siguientes características:

Disponibilidad, esto es, que el abastecimiento de cada persona debe ser continuo y suficiente para los usos personales y domésticos. Calidad, lo que se traduce en que el líquido necesario para cada uso personal y doméstico debe ser salubre. Accesibilidad, es decir, al alcance de todos de forma física, económica, sin discriminación y en condiciones de igualdad.

En Victoria, Haciendas del Bosque, fraccionamiento Azteca, Teocaltiche e infinidad de colonias (cada día más), no tienen ni disponibilidad, ni calidad ni accesibilidad. Es, repito, ya, increíble.

Y no solo los Tribunales Federales se han pronunciado respecto este derecho humano protegido por la constitución, incluso en la Observación General #15, emitida por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, se impuso la obligación a los entes obligados de garantizar el derecho al agua, de adoptar medidas legislativas, administrativas o presupuestarias y hasta judiciales para hacerlo plenamente efectivo.

De hecho, derivado de ello, en febrero, en Nuevo León, unos Magistrados Federales al resolver un amparo, atendiendo a lo que establece un Tratado Internacional en la materia que obliga a los gobiernos a adoptar todos los medios apropiados y hasta el máximo de los recursos que disponga a fin de proveer agua potable, llegaron al grado de, vía una sentencia judicial, ordenar la instalación de un tanque nodriza elevado y que conectado a una cisterna de reserva con bomba hidroneumática, se abasteciera de agua a una comunidad afectada, en cantidad y calidad, en lo que la red o infraestructura para proporcionar el vital líquido quedara instalada.

¿Pero, quién da la cara en Victoria? ¿Quién? Las reglas, desde mi punto de vista, han cambiado: la agenda política debe empatarse a la agenda de la sociedad, no es posible que el agua, como principal problema de la sociedad victorense no estuvo nunca cerca de estar en las prioridades de la agenda del alcalde saliente.

El Poder Judicial Federal ha venido forjando como criterio también, que, el agua, como derecho humano a la subsistencia, se transgrede cuando las autoridades responsables no acreditan haber destinado los recursos económicos de una manera oportuna y eficaz.

Eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez, los principios que rigen el gasto público, de acuerdo al 134 constitucional.

¿Se habrán observado estos principios en las administraciones de la COMAPA? Estoy seguro que de haber sido así, Victoria no estaría como está.