
Las mil y una anécdotas
Una vez que dejé el vientre de mi madre, el espíritu divino que habita en mí, buscó afanosamente encontrar el…
Una vez que dejé el vientre de mi madre, el espíritu divino que habita en mí, buscó afanosamente encontrar el…
Mirada serena ¿Por qué me miras así? Así, tan serenamente, te veo así, porque de esa manera se ve el…
Y es que has de saber, que en ocasiones y sin sentirlo, nos vamos perdiendo en el tiempo; con cada…
Las horas pasan, y con ellas los días, pareciera que nuestra existencia se traduce sólo en rutinas, pero es algo…
En ese ir y venir del viento que antecede al paso de tu grácil figura, despidiendo ibas el aroma natural…
Hace unos días, le caí por sorpresa al tío Tiótimo, llegué a su rancho con cierto sigilo, estacioné el auto…
“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela…
¿Que si había bullicio? Sí, como en todo, al principio, más parecía que lo que no había era mucho tiempo,…
Ámame Intensamente El que no sabe amar, sólo sabe querer, y cuando se cansa de querer, suele olvidar, y el…
Un buen día, cuando mi nieto mayor tenía 12 años me preguntó: Abuelo, ¿cómo puedo saber si una mujer es…