
Gobernar es cargar culpas ajenas
La lección es amarga pero necesaria: no hay autoridad sin corresponsabilidad; Calderón carga con García Luna tanto como Adán Augusto con el Comandante H
La lección es amarga pero necesaria: no hay autoridad sin corresponsabilidad; Calderón carga con García Luna tanto como Adán Augusto con el Comandante H
Hace falta volver a la raíz ética del sindicalismo, a su vocación de justicia, a su apuesta por la dignidad del trabajo como piedra angular de la república
Pretender que los políticos mienten como cualquier ser humano es una forma elegante de no ver el abismo
No nos escandalicemos por el descaro de Trump ni por la frialdad de Putin. Lo verdaderamente perturbador es que esta propuesta no ha generado un repudio unánime
El problema para Morena no es solo ético, es estratégico. La incongruencia mata más rápido que cualquier campaña de la oposición
Cuando los de abajo ven que los de arriba —incluso los que se dicen “del pueblo”— viven como príncipes, dejan de creer en cualquier promesa de cambio
En el fondo, el poder no se disputa para servir, sino para robar sin consecuencias. Y el sistema está diseñado para eso: para que roben los que saben hacerlo con elegancia
En México, ni los muchos ni los pocos están interesados en el equilibrio: cada uno quiere el botín
Quizá la gentrificación no deba juzgarse como buena o mala en sí misma, sino en función de cómo se implementa y a quién sirve
Nos hemos vuelto expertos en racionalizar el horror, en justificar lo injustificable, en balancear la moral con la geopolítica.