Hasta hace poco tiempo se creía que el ejercicio físico era negativo para una mujer embarazada, ya que, en teoría, podía comprometer el desarrollo del bebé. En la actualidad, una serie de investigaciones que comentaremos en este artículo han confirmado que esta hipótesis no es cierta.
Ciertos ejercicios no solo no producen ningún perjuicio en el feto, sino que, por el contrario, pueden incluso mejorar las condiciones del parto y evitar ciertas patologías durante la gestación. Por ejemplo, la preeclampsia y la hipertensión arterial asociada al embarazo.
¿Qué ejercicio físico puede hacer una mujer embarazada?
Antes de comenzar a hablar en específico de las recomendaciones, es importante destacar que todas ellas deben ser individualizadas. Es decir, cada mujer embarazada debe tener en cuenta su propia condición y su experiencia para poder ejercitarse.
Lo que a algunas personas les resulta beneficioso a nivel de salud, puede perjudicar a otras si tienen una menor forma física o alguna patología previa. Por ello, es esencial consultar siempre con un especialista para elaborar un plan a medida.
En primer lugar, uno de los deportes más recomendados durante la gestación es la natación. De hecho, no solo la que se realiza de forma tradicional, sino que cualquier programa de ejercicios realizado en el agua puede ser beneficioso. Ayudan a fortalecer la musculatura dorsal y lumbar, a la vez que reducen el dolor de espalda.
Por otra parte, hay una zona del cuerpo que se recomienda de manera encarecida ejercitar: el suelo pélvico. Para ello se propone a la mujer que realice las contracciones de Kegel. Ayudan a fortalecer los músculos pélvicos y también disminuyen la incontinencia urinaria.
Ejercicio cardiovascular
Un estilo de vida sedentario acarrea muchas consecuencias negativas para cualquier persona. Por ello, el ejercicio cardiovascular moderado también presenta beneficio en las gestantes. Por ejemplo, se recomiendan los paseos y realizar sesiones de bicicleta estática.
Ejercicios de fuerza
Este ha sido uno de los temas que más controversia ha tenido respecto al ejercicio físico para la mujer embarazada. Sin embargo, un estudio publicado en la Revista Andaluza de Medicina del Deporte afirma que pueden ayudar a mejorar tanto el trabajo de parto como la recuperación posterior.
Además, se ha visto que, ejercitando ciertos grupos musculares, se reducen una serie de molestias que se asocian con frecuencia a la gestación. Por ejemplo, el dolor lumbar. De esta manera, el trabajo sobre los músculos abdominales y las caderas está indicado.
Sin embargo, hay que evitar usar el peso libre o grandes resistencias. Lo ideal es trabajar con máquinas o bandas elásticas, ya que reducen el riesgo de lesionarse. Además, se prefieren series más cortas con mayores repeticiones.
¿Qué ejercicio físico debe evitar una mujer embarazada?
Lo cierto es que, al igual que los ejercicios anteriores durante el embarazo pueden tener beneficios, hay otros que, de manera general, se asocian a más riesgos y complicaciones. Los médicos recomiendan evitar todos aquellos deportes que pueden provocar un traumatismo sobre el bebé, como por ejemplo:
Deportes de contacto o con balón: fútbol, baloncesto o voleibol.
Aquellos con alto riesgo de caídas: esquí, ciclismo, equitación o escalada.
Actividades exigentes: las que elevan demasiado las pulsaciones, como el atletismo o el culturismo.
Consideraciones generales
Como hemos señalado, antes de realizar ejercicio, una mujer embarazada debe ser consciente de cuál es su estado físico. No se puede enfocar de la misma manera el deporte en una gestante que era sedentaria antes, que en una que era físicamente activa. Lo mismo ocurre con aquellas que presenten alguna patología.
Un estudio publicado en la Revista de Clínica e Investigación en Ginecología y Obstetricia concluye que el ejercicio físico reduce el riesgo de sufrir preeclampsia y diabetes gestacional. Del mismo modo, afirma que la natación disminuye la incidencia de los partos pretérmino.
Además, en la actualidad no hay evidencia suficiente de que surjan complicaciones a raíz de la práctica de ejercicio físico en la mujer embarazada. Eso sí, debe realizarse de manera adecuada y elegir bien el tipo de deporte que se va a realizar.
¿Qué recordar sobre el deporte y el embarazo?
Lo que debemos tener presente es que el ejercicio físico es beneficioso en muchos aspectos, tanto físicos como mentales. Hay que eliminar el mito de que una mujer embarazada solo debe guardar reposo y evitar moverse, porque esto puede traer más consecuencias negativas que positivas.
Los ejercicios más recomendados son aquellos que tienen bajo impacto y que ayudan a fortalecer la musculatura. Por ejemplo, la natación o la bicicleta estática. Todos ellos deben realizarse de manera moderada, teniendo siempre en cuenta las condiciones de cada mujer y del embarazo en sí mismo.