El presidente Nicolás Maduro anunció la suspensión inmediata del acuerdo energético con Trinidad y Tobago, luego de que ese país realizara ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos, los cuales Caracas considera una amenaza a su soberanía.

La decisión fue comunicada durante el programa semanal de televisión de Maduro, quien señaló que la acción es cautelar y bajo su autoridad presidencial, afectando todos los convenios energéticos vigentes entre ambas naciones. “¡Suspendido todo!”, enfatizó el mandatario.

El detonante directo fue la presencia del buque de guerra USS Gravely (DDG-107) en aguas de Trinidad y Tobago, donde participaron en maniobras militares conjuntas con EE. UU. Estas operaciones forman parte de los esfuerzos estadounidenses antinarcóticos en el Caribe, pero fueron interpretadas por Venezuela como una amenaza directa a su estabilidad nacional.

La suspensión representa un nuevo punto de tensión en las relaciones bilaterales entre ambos países, que hasta ahora mantenían una cooperación activa en materia de energía, incluyendo exportaciones de petróleo y gas. Maduro ha reiterado que las operaciones estadounidenses en la región buscan su derrocamiento político.