Quiero ver el otrora rostro alegre de la patria mía, ya no más gestos de reproche por algo que dicen que pasó de noche, cuando a la consciencia se le sorprendió dormida. Sonría sí, aunque parezca que no hay motivo para hacerlo ¿acaso nuestra raza no es de bronce y en su corazón anida la esperanza? México saldrá adelante, recuperando por sí mismo, la fe y la confianza.

PATRIA MIA

Qué larga se me hace la noche y el día,

esperando que el amor, el corazón les ablande

a las personas de actitud tan indiferente y fría,

que se la pasan pensando, sintiéndose grandes.

Seguro nunca tuvieron, quien le sonriera a su vida,

qué largo y penoso trance, tan lleno de fraudes,

qué sumisión denigrante le dio la mala cabida,

hoy solo llanto y tristezas, se ve por tantos alardes.

¡Oh! suerte infame que azota a mi tierra consentida,

con pobreza en la mañana y hambre por las tardes.

¡Oh! cuánto daño al espíritu, cuánta gente resentida,

extrañando el valor, para que la patria los demande!

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