Renacer al amor en invierno, solamente es un recordatorio, de que el amor verdadero no tiene vigencia, porque no tiene que atenerse a la dulce espera, para que los brotes de primavera, den el esplendor del que ama por vez primera.

RENACER

Me estaba dejando querer… y tú me estabas queriendo,

me estaba dejando amar… y tú me estabas amando.

Y entre el querer y el amar, nos fuimos así percatando,

que somos un solo ser, que a Dios estamos adorando.

Me estaba dejando querer y con ello recordando,

que el fuego no ha dejado de arder y tú me sigues deseando.

Me estaba dejando amar y mi amor te estaba esperando,

y dejé de pensar en todo, lo que me estaba pasando.

Y entre quererte y amarte, preferí seguirte amando,

porque el que ama a Dios ama, y termina perdonando,

porque el amor de Jesús, te está siempre consolando,

dando al corazón la paz, cuando por Él se está orando.

En este bello renacer, el amor estoy sembrando,

y quiero así florecer, al ir por la vida amando,

y despertar el amanecer que estamos disfrutando,

después de vencer la inercia, que nos estaba alejando.

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