Es el amor mi tema favorito, y ello distingue mi romanticismo apasionado, mas, no puedo sustraerme de sentirme motivado, por un entorno lleno de contrastes, donde se siente el frío de un pueblo acalorado, donde se dicen verdades a medias y mentiras que parecen ser verdades; donde la intensión del que acecha, es que estemos más que confundidos, para no analizar de la vida sus distintas realidades.
LA OTRA VOLUNTAD DEL PUEBLO
Difícil resulta ahora, separar el trigo de entre la cizaña,
o ¿acaso estamos ciegos ya por tantos desengaños,
y ya no vemos ni la verde esperanza en la montaña,
por esperar ver caer los frutos del árbol, con los años?
Temor y desconfianza nos atraparon en su burda telaraña,
evitando que subiéramos seguros todos los peldaños,
para disfrutar la buena vida, sin sentirse gente extraña,
en la bendita madre tierra, donde todos somos amos.
Envidias y rencor, sentimientos que alimentan la patraña,
que al hermano hace tu enemigo, para perturbar los sueños
de aquellos que querían arrancar el mal, de su mala entraña,
y regresar la paz y la justicia, a todos los dispuestos lugareños.
Despiertos hoy, más que nunca, y pedir cuentas al que engaña,
forjaremos unidos y en paz, tiempos dichosos y halagüeños,
caminemos con humildad, y subamos para orar en la montaña,
y pedir a Dios, el milagro de devolver al árbol seco, sus retoños.
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