Si en estos momentos todas las encuestas ubican a Samuel García entre un 5 y 7 por ciento en la intención del voto, mientras que sus contrincantes Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, con 25 y 50 por ciento, respectivamente, es decir, con muy pocas posibilidades de triunfo el próximo 2 de junio. Entonces ¿Qué ganará Samuel siendo candidato presidencial?
Antes que nada, no será fácil que Samuel García llegue a ser candidato, la primera aduana que tendrá que pasar será el Congreso de Nuevo León, donde los diputados opositores (PAN y PRI) son la mayoría con 28 legisladores.
Pese a que hace varias semanas los dirigentes nacionales del PRI Alejandro Moreno y del PAN Marko Cortés aseguraron que sus diputados no le darían la licencia para que fuera candidato, el gobernador deberá mostrar su habilidad política para sentar en la mesa a sus opositores en el Congreso y convencerlos del sí.
Negociaciones que por supuesto serían extra oficiales y que podrían ir desde jugosos ofrecimientos económicos, hasta pactos para apoyarlos en busca de su reelección o para llegar a ser alcaldes en sus municipios, dependiendo cada caso.
Pero en caso de que la licencia fuera aprobada, difícilmente sería Javier Navarro actual Secretario de Gobierno en Nuevo León quién sería designado como gobernador interino como lo sugiere Samuel.
Ya que de acuerdo el artículo 121 de la Constitución Local marca que es el Congreso Local el facultado para elegir al gobernador sustituto durante los seis meses de licencia que solicita el gobernador en turno, es decir, la mayoría panista y priista lo decidirán, por lo que seguramente elijan a alguien afín a ellos.
Una vez siendo elegible, Samuel tendrá que convencer a Dante Delgado, amo y señor de Movimiento Ciudadano, de que es la mejor opción para representarlos y no a Marcelo Ebrard como muchos piensan.
Suponiendo que fuera ungido por el partido naranja, Samuel empezaría una precampaña y luego la campaña con una desventaja considerable ante sus adversarios como señalan todas las encuestas y dimos cuenta en párrafos arriba.
A pesar de todo este escenario en contra, en donde parece casi imposible que triunfe, ¿Por qué se empeña en competir?, es decir ¿Qué ganará siendo candidato presidencial?
UNA APUESTA AL FUTURO
Lo primero que ganaría sería un posicionamiento nacional, si bien el aún gobernador regiomontano es una figura de cierta relevancia en el país, es desconocido para millones de mexicanos sobre todo de aquellas regiones lejanas a la esquina noreste y por aquellos grupos sociales desconectados del ámbito político.
Una candidatura presidencial posicionará a Samuel García para que termine de convertirse en una figura nacional, que su nombre suene y su rostro sea conocido en casi todas partes del país.
Segundo, le permitiría tener acceso a una importante cantidad de recursos económicos destinados por el INE para su campaña presidencial, además de posibles aportaciones voluntarias de sectores, grupos o personas que normalmente entregan a todos los candidatos para sellar un compromiso en caso de ser resultar vencedores e incluso de personajes u organizaciones fuera de la ley.
Tercero, al ser candidato presidencial recibiría por parte de su partido algunas posiciones políticas para la próxima legislatura federal, es decir espacios plurinominales tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, por lo que sería probable que veamos en alguna de estas cámaras a su esposa Mariana o a personajes leales a él.
Cuarto, estaría sentando las bases para un futuro liderazgo emecista a nivel nacional, por su edad Dante Delgado tendrá que dejar el timón del barco naranja en algunos años y la juventud e ímpetu de Samuel lo hacen una figura perfecta para sucederlo, para muchos hombres y mujeres millennials él y su mujer Mariana son figuras que los inspiran, por lo tendría un importante porcentaje del sector joven a su favor.
Y quinto por un tema de ego, es bien sabido que el mandatario neolonés posee una gran autoestima y es un hombre echado para adelante cómo él mismo lo presume, por lo que obtener la candidatura será un triunfo personal y de hacer una campaña política exitosa lo presumirá en todas partes, aunque salga derrotado en las urnas.
Pero todo esto sólo sucederá como ya dijimos, si recibe el permiso del Congreso de Nuevo León, por lo que tendrá que hacer una buena negociación, tal vez con prebendas económicas o políticas para convencer a los diputados opositores y que le den luz verde para la candidatura presidencial. ¿Lo logrará?
Facebook: AntonioFrausto
Twitter:@AntonioFraustoG
Linkedin: AntonioFrausto