Es innegable que la designación de Mónica Villarreal como candidata de Morena a la alcaldía de Tampico, no sólo causó decepción, sino también enojo y frustración a la diputada Úrsula Salazar Mojica, quien ya se consideraba candidata del puerto jaibo.

La mejor prueba de ello, fue el video que subió poco tiempo después de Mario Llergo, delegado del Comité Ejecutivo Nacional de Morena en Tamaulipas y Yuriria Iturbe, dirigente estatal del partido, anunciaran la decisión del partido, de postular a Villarreal Anaya como su candidata a la presidencia municipal.

Y es que el video publicado en redes sociales, en donde acepta los resultados de la “encuesta”, no deja lugar a dudas de las emociones de la legisladora, cuando de manera irónica afirma que para su partido, el esfuerzo realizado no fue suficiente, es decir, que no se siente valorada por quienes tomaron la decisión.

Pese a la sonrisa mostrada durante los más de dos minutos del mensaje, su expresión fácil y corporal, es decir su lenguaje no verbal, muestra su verdadero sentir y el rechazo a la designación de su compañera.

Sin embargo, las palabras de Salazar Mojica no sólo reflejan su indignación, sino que revelan la visión de la sobrina desconocida del presidente en varios sentidos.

Primero al recordar que el mandatario Andrés Manuel López Obrador, líder moral de Morena, nunca se dio por vencido y es un ejemplo de perseverancia, confirmando que en el siguiente proceso electoral, intentará obtener la candidatura.

Después, al asegurar que seguirá su lucha política para alcanzar la justicia social, porque es una mujer de principios, de valores y convicciones, una política de izquierda, reafirmando que está derrota no la detendrá.

Para posteriormente resaltar el llamado del gobernador Américo Villarreal hacia la unidad, por lo que pese al coraje por no haber sido elegida, a la usanza del viejo PRI, acepta la decisión y se disciplinará a esta.

Además se muestra como una mujer agradecida, hacia quienes la apoyaron en esta aventura política que no llegó a buen puerto, reafirmando que ser candidata a la alcaldía de Tampico, no es una ilusión personal, sino un proyecto de todos y animando a su base a continuar con ella.

Para finalizar mencionando que seguirá adelante para lo que venga, “seguramente me permitirá seguir sirviendo”, mostrándose como una mujer que confía qué, si no fue candidata, tendrá otra responsabilidad, probablemente en el gabinete estatal, tal vez en la Secretaría del Trabajo que dejó acéfala Olga Sosa en busca de la Senaduría.

Pero ¿por qué Úrsula Salazar no fue candidata en Tampico? no sólo se debe al amor fraternal entre Mónica y su hermano el gobernador Américo Villarreal, la ahora candidata guinda, tiene trabajo político en territorio desde hace años.

Al igual que muchos morenista, Mónica Villarreal comenzó su andar político en el Revolucionario Institucional, por lo que es un liderazgo posicionado desde hace bastante tiempo entre la población, que con la llegada al poder de Morena, tomó mayor fuerza.

Segundo, hay que recordar los pobres resultados legislativos que ofreció Úrsula al frente de la Junta de Coordinación Política y hoy en la Junta de Gobierno, con un liderazgo incapaz de revertir las reformas legislativas cabecistas durante la anterior legislatura, que aún tiene maniatado a parte del proyecto transformador en Tamaulipas, con personaje del grupo político al ex gobernador, que continúan al frente de la Fiscalía General de Justicia y de la Fiscalía Anticorrupción.

Tercero, y no menos importante, no hay que olvidar que el gallo de Salazar Mojica para la candidatura de Morena a la gubernatura, no era Américo Villarreal, sino Rodolfo González Valderrama, por lo que nunca ha sido realmente del grupo político del gobernador.  Por eso no fue suficiente Úrsula

MORENA ARREGLO EL SUR

Como comentamos en las primeras líneas de esta columna, este miércoles Morena dio a conocer al resto de los candidatos a las alcaldías de la zona sur del estado, uniéndosele a Erasmo González Robledo, candidato en Madero, Mónica Villarreal por Tampico y Armando Martínez en Altamira.

Fuera de que en el puerto jaibo estaba la duda, por quién se decidiría la cúpula morenista, el Altamira estaba más que planchado que Armando Martínez iría en busca de su reelección, ya que pese a su desgaste como gobierno, era el aspirante mayor posicionando y que garantiza un triunfo en las urnas.

Se rumoraba que la dirigencia morenista, también anunciaría este miércoles por la tarde noche, la designación del candidato a la alcaldía para la capital del estado, pero hasta la hora de terminar esta columna, no había ningún pronunciamiento oficial.

Pese a que había voces que afirmaban que la candidatura recaería en el Dr. Margid Rodríguez o el propio Jorge ‘Tico’ García. Lo cierto es que con la designación de Pepe Braña como candidato a la diputación federal, el gran favorito para aparecer en la boleta es el alcalde Lalo Gattás.

Si bien es cierto, es el que también tiene mayores negativos, es el único aspirante que es conocido por todos los sectores sociales, es el único que cuenta con una estructura electoral ya probada, la cual le permitió llegar a la presidencia municipal en el 2021. Además de seguir contando con el apoyo del grupo político y económico que lo respaldo para llegar al 17 Hidalgo.

Seguramente este jueves se oficializará que Lalo Gattás buscará su reelección como alcalde, con importantes posibilidades de ganar. Aunque no será tan fácil, sobre todo porque nuevamente enfrentará a un político experimentado como Óscar Almaraz, quien sabe todas las mañas electorales del PRIAN y junto con los candidatos en Tampico, son los más competitivos que tendrá la oposición en los municipios llamados grandes.

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