Una pregunta: ¿Por qué resulta ser tan difícil para los prestadores de servicios de salud, el entender la importancia de la Ética en su desempeño profesional? Pareciera que el hecho de hablar de esta cuestión nos podría llevar demasiado lejos, incluso, a tocar puntos delicados dentro de las etapas primarias de la formación de nuestra personalidad, porque durante esa etapa, empiezan a enseñarse los valores en el seno de la familia, posteriormente en las instituciones educativas, desde luego que se puede estimar, que en cualquier etapa del desarrollo humano se pueden adquirir los valores, entre ellos la ética,que vendría a proveernos de un sistema para regular nuestros actos y de esta manera poder distinguir entre las acciones buenas y las malas, lo que resulta determinante para el buen desarrollo social.
Si bien es cierto que en la actualidad, el hecho de poder acceder a la educación para cursar una carrera universitaria en Ciencias de la Salud, resulta relativamente fácil, esto no es garantía de que el interesado pueda llegar a alcanzar los estándares óptimos, para desempeñar tan delicadas profesiones, y con ello, proveer el beneficio esperado por quienes solicitan o requieren de sus servicios. Recordemos que dentro de las Ciencias de la Salud, tenemos carreras como Medicina, Odontología, Psicología, Medicina Veterinaria, Enfermería, Biología, Nutrición, Fisioterapia, Ciencias Genómicas, Ingeniería Biomédica, Salud Pública y Biotecnología, todas ellas dedicadas a conservar, proteger, fomentar y restaurar la salud.
La pregunta con la que iniciamos nuestro artículo, tal vez podría considerar varias respuestas, pero nuestro enfoque se dirige hoy al hecho de la necesidad de revisar el por qué el prestador de servicios de salud, incurre con frecuencia en faltas éticas durante su desempeño. Cuando intentamos investigar un poco sobre este asunto, nos encontramos que algunos de ellos las atribuían, al hecho de haber tenido experiencias no muy gratas durante su niñez, mismas que causaron confusión sobre lo que se consideraba bueno o malo, aludiendo que en ocasiones, se veían obligados a buscar rutas poco éticas para encontrar solución a sus problemas de personalidad; algunas personas nos comentaban también, que en ocasiones, incurrían en faltas éticas motivadas por un sentimiento de desquite ante escenarios laborales por la falta de equidad de quienes ostentan los puestos de mando; y hubo otras respuestas, que denotaban un desconocimiento del significado de estos valores, tan es así, que no los reconocían como fundamentales para cumplir con su desempeño, argumentando que en la vida se requería de tener mecanismos para defenderse de las agresiones, porque incluso, algunas de ellas eran propiciadas por los usuarios, quienes habituados a sufrir vejaciones de todo tipo, se sentían con derecho a desquitarse con el personal.
Después de analizar las respuestas anteriores surgió otra pregunta: ¿Quién o qué predispone al ser humano a contemplar a la ética sólo como unaherramienta flexible, selectiva y condicionada a otros valores, para poder hacer de nuestra conducta un acto de la voluntad, que tenga como prioridad el hacer el bien y no hacerlo sólo a conveniencia?
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