La Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior del Estado, del Congreso local, ordenó que se vuelvan a revisar 11 cuentas públicas del municipio de Nuevo Laredo y 5 de Matamoros, relativas a las gestiones de Carlos Canturosas Villarreal y de Leticia Salazar Vázquez, por presumir que contienen irregularidades.

El presidente de esta Comisión Legislativa, Joaquín Hernández Correa, no es contador público, pues su carrera universitaria es de médico veterinario zootecnista, pero seguramente recibió la consigna de escarbar hasta debajo de las piedras, en las cuentas públicas de los ex ediles, que también pertenecen al PAN.

El Auditor Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio, tampoco es contador público, sino mecánico eléctrico, pero también ocupa ese cargo para cumplir las funciones que le ordenen, y ahora se trata de poner contra las cuerdas a Canturosas y a Leticia Salazar.

Esta misma Comisión de Vigilancia reprobó una cuenta pública del Ayuntamiento de Mainero, de la gestión de la panista Lázara Nelly González Aguilar, que tampoco goza de las simpatías personales del jefe del Poder Ejecutivo local, sino todo lo contrario. Cuando el PAN era minoría en Legislaturas anteriores, algunos de sus diputados, entre ellos Javier Garza de Coss, se rompían las vestiduras para vociferar contra la costumbre de la aplanadora tricolor, de usar la revisión de cuentas públicas como instrumento de presión, venganza o castigo, contra funcionarios de otros partidos.

Y ahora que el PAN es mayoría en el Congreso, practican la misma maniobra con el agravante político de que escogen como víctimas a funcionarios de su misma filiación partidista. No pueden perdonarles a Canturosas ni a Leticia Salazar, que hayan pretendido alzarse con la candidatura a Gobernador, y, por el mismo motivo, también sufren represalias Maki Ortiz Domínguez y Lázara Nelly González. Justo por eso fue que echaron del Gabinete a Gonzalo Alemán Migliolo, pues su pasado tricolor les resulta insoportable.

Por cierto, el gobierno municipal victorense se resiste a hacer un cuantioso desembolso en indemnizar a los ciudadanos que perdieron sus vehículos cuando les cayó encima un añoso árbol en el centro de la ciudad. Son cuando menos cuatro vehículos modernos los que tuvieron pérdida total, al ser aplastados por un árbol cuyos vecinos ya habían dado voces de alerta, pero no fueron atendidos.

El accidente ocurrió el martes, y todavía el miércoles, brigadas de la CFE batallaban para recoger el tiradero, pues también se desplomaron postes y cables del tendido eléctrico. Una señora quedó atrapada en su propio vehículo, pues los postes le cayeron encima cuando pasaba por la calle (19 y Aldama), con riesgo de morir electrocutada debido a que los cables chicoteaban impelidos por el fluido eléctrico.

Hubo un incidente entre elementos de Protección Civil y los empleados de la CFE, pues los primeros pidieron cortar el flujo eléctrico y los segundos aceptaron, pero cuando movieron los cables hubo una explosión de luces, destellos y un ruido endiablado. Hubo otro accidente el lunes en el puente sobre el río San Marcos, calle 13 y boulevard Praxedis Balboa, Ciudad Victoria, cuando un chamaco perdió piso y estuvo a punto de caer al vacío, pero se contuvo agarrado a la barda.

La mamá hizo la denuncia. Se llama Hilda Arratia Valdez y contó que el muchacho metió una pierna en un hoyo del puente y que lo salvó un adulto que caminaba detrás de él y que tampoco se percató de esa trampa mortal. Ciudad Victoria tiene un recrudecimiento de violencia que las autoridades tratan de ocultar, sin conseguirlo. Ayer hubo más ejecuciones, una a base de ametrallamiento.

Los periódicos publicaron esquelas y condolencias por el deceso de la señora madre de un ex secretario general de la Sección 30 del sindicato de profesores. La señora y una acompañante murieron a balazos. Tenía 79 años de edad.

El dirigente sindical ocupa un cargo nacional en el SNTE, presidente de la Comisión de Vigilancia, Transparencia y Rendición de Resultados, y harán una severa protesta al más alto nivel.

En Reynosa, un niño de siete años fue asesinado de un balazo en la cabeza, a las cuatro de la tarde, cuando su padre escapaba a toda velocidad de asaltantes que querían despojarlo de su camioneta pick-up, en la carretera a San Fernando.

El niño iba en el asiento posterior de la doble cabina. En temas políticos, este día ocurrirá el aquelarre tricolor en el hotel Paradise, con la anunciada participación de un importante número de colaboradores de primera línea de Enrique Ochoa Reza, Clavillazo, para su mejor identificación.

Una fuente informativa atribuyó a Ramiro Ramos Salinas el anuncio de que el propio presidente nacional del PRI estaría este día en Ciudad Victoria, pero no pudimos confirmarlo, pues rechazó atender la llamada telefónica.

También ponen en boca de Ramiro la afirmación de que la elección del nuevo presidente del PRI tamaulipeco, se hará de manera uninominal, con voto en urna, no a brazo alzado como es la tradición en estos casos. Esto supone que habrá el registro de más de un candidato y que la competencia será en serio, es decir, no una mascarada, un montaje, una farsa.

De ser cierto, se vendría abajo el agandalle de Egidio Torre Cantú, pues si dicta línea de que voten por alguien en particular (Sergio Guajardo Maldonado, por ejemplo), todos los consejeros le dirán que sí, pero en la intimidad de la mampara, lo mandarán al diablo.

Egidio es un caso singular en la política tamaulipeca. Traicionó al PRI, hizo un gobierno desastroso, arruino la economía estatal, hizo escalar la violencia a niveles increíbles, y aun así, personajes como Edgar Melhem Salinas y Oscar Luebbert Gutiérrez buscan su beneplácito, su complacencia, su tutela.

Ambos políticos, precandidato el riobravense al Senado, y Luebbert a la dirigencia estatal del partido para conseguir la presidencia municipal para su esposa, fueron a Monterrey, por separado, para conversar con el ex Gobernador.

Una imaginación desbordada haría aparecer a Torre, instalado en un impresionante sillón y de hinojos frente a él, políticos besándole el anillo, el de la mano derecha. Un Padrino moderno. Estamos seguros que no tenemos la clase política que merecemos. Un tema que dejamos para la siguiente colaboración, es que la COEPRIS debe clausurar los hospitales.