Ya falta poco para que se lleve a cabo la muestra fotográfica más importante de Tamaulipas: Cien Imágenes que, por 30º año consecutivo se presenta en el Centro Cultural Tamaulipas, y que, como hemos mencionado año tras año, es fruto del gran esfuerzo de nuestro amigo José Luis Pariente, cuando fue director del CCT, y que pese a las barreras, barreras de toda índole que se han presentado a lo largo de seis lustros, sigue de pie, pretendiendo hacer historia en el sentido de que se ha convertido en la más importante manifestación gráfica de la historia del Tamaulipas de nuestros días.

Hemos visto pasar por esta exposición infinidad de fotógrafos: profesionales, aficionados y de todo tipo, hasta los que consideran que son muy importantes como para presentar a la crítica sus trabajos.

Ha habido de todo durante tres décadas, y este año será especial, porque llegar a este número de versiones en una exposición cultural no es nada fácil, y siendo de fotografía menos, porque desgraciadamente muchas personas, entre ellas, gran cantidad de intelectuales, han denostado a la fotografía a través del tiempo, sugiriendo que no se requiere ser artista para ser fotógrafo.

Es la fotografía una de las disciplinas artísticas más determinantes hoy en día, pese a la invasión desmesurada de programas de manipulación de imagen que, sin descalificarlos, cumplen otra función dentro de esta actividad, pero que nada tiene que ver con el sentimiento y sensibilidad artística que pudiera tener persona alguna. Fotógrafos que hoy no están ya con nosotros pasaron por los muros del CCT en una o más versiones de Cien Imágenes, y otro que han surgido en las aulas universitarias, en la práctica, en la afición y el gusto pro la fotografía, y que en forma autodidacta se han sumado al número de artistas visuales que conforman con sus placas la historia de lo que somos y tenemos, de nuestras raíces y nuestros problemas… en cada imagen, una historia.

En esta ocasión se llevará a cabo la recepción de obras como en 2016, mediante una cuenta de correo electrónico, y las bases son muy sencillas, por lo que recomendamos estar pendiente de ellas e informarse a través de la página del CCT, y hacer un gran esfuerzo por entregar lo mejor de nosotros, para que, como dijimos líneas antes, podamos tener la tranquilidad y certeza de exponer nuestra forma de expresión visual de la mejor manera posible.

Habrá como antaño, las clasificaciones que se manejaban y que se limitaban a fotografía en color o blanco y negro, aunque a veces había algo en sepia, pero nada más.

Hoy, dos grandes áreas: la fotografía digital, surgida de la creatividad y paciencia de quien gusta manejar la luz en laca momento de la historia o personaje, y otra, que conforman un importante número de personas que luego de hacer un “click” en su cámara, proceden a trabajar su imagen en un programa de esos que nos permiten resaltar lo que queramos, quitar lo que nos estorba, manejar la luz que queramos o el contraste que nos convenga, en aras de que surja una única e impresionante imagen, insistimos, surgida de una fotografía tal y como la concibió Talbot, Daguerre o Niepce, inclusive, Cándido Mayo o Fontcuberta.

No debemos olvidar que son treinta años, y el mejor homenaje que podemos hacer a la fotografía es entregar nuestro mejor esfuerzo, para siga esta actividad modernizándose, creciendo, siendo lo que todos quisiéramos que sea cada día, y se siga consolidando a lo largo del tiempo, para ser el insustituible recurso del historiador, el artista, el científico o el académico que la emplea para justificar la existencia de algo o alguien. Es tiempo de preparar el material para entrega y disposición en la más importante muestra fotográfica del noreste mexicano; Cien Imágenes abre sus puertas a los tamaulipecos que quisiéramos dejar testimonio histórico o de otra índole a través de una de esas maravillosas imágenes como las que durante 29 años nos han regalado los mejores. A todos, sin duda alguna, nos gustaría.

Correo electrónico: columna.entre.nos@gmail