En este año habrá elecciones presidenciales no solo en México, Estados Unidos y Rusia, sino en muchos paÃses del mundo, por lo que este 2024 es un año muy importante para el futuro de la humanidad. En el mundo están ocurriendo acontecimientos que ponen en juego la estabilidad mundial, y las decisiones que tomen nuestros dirigentes serán cruciales para el futuro inmediato. Hay ideologÃas antagónicas que luchan para poder dirigir el rumbo del mundo. Por ejemplo, en Argentina el presidente Milei pretende reducir la participación del estado, por otro lado, hay muchos lideres que pretenden todo lo contrario. ¿Quién tiene razón?
Imaginemos por un momento que el Estado es como un organismo vivo. PodrÃamos comparar al Estado con un ser complejo, donde cada ciudadano cumple un papel esencial, similar a las células que componen un cuerpo.
Desde esta perspectiva, podrÃamos preguntarnos: ¿Para qué sirve un Estado? Siguiendo la analogÃa, podrÃamos decir que el Estado funciona como el sistema nervioso de una sociedad. Es el encargado de coordinar y regular las acciones de sus “células” (los ciudadanos) para garantizar el bienestar común.
Asà como el sistema nervioso controla y organiza las funciones del cuerpo, el Estado, busca mantener el equilibrio y la armonÃa en la sociedad. Es el encargado de establecer reglas y leyes que permitan la convivencia pacÃfica y el desarrollo colectivo.
En esta analogÃa, los recursos y servicios públicos serÃan como los nutrientes y el oxÃgeno que el organismo (el Estado) distribuye para asegurar el funcionamiento óptimo de todas sus partes. La educación, la salud, la seguridad y demás funciones estatales serÃan los elementos necesarios para mantener la salud y vitalidad de la “criatura” social.
Se podrÃa considerar que el Estado, al igual que el organismo, debe ser fuerte y eficiente. Un Estado sólido serÃa capaz de resistir los desafÃos externos y mantener la cohesión interna, mientras que un Estado débil podrÃa enfrentar dificultades para cumplir con su función de coordinador y regulador social.
PodrÃamos concebir al Estado como un organismo que busca el bienestar común a través de la regulación y coordinación de sus ciudadanos. Al igual que un cuerpo humano, la fortaleza y eficiencia del Estado son cruciales para mantener la armonÃa y asegurar que todas las partes trabajen juntas en beneficio de la sociedad.