“Estas cosas os he hablado para que tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Jn 16:33).

Cuando no caminabas a mi lado, me acompañaba la ilusión se saber que algún día íbamos a coincidir, y aunque mi paso fuera más amplio que el tuyo y pareciera que me estabas alejando, nunca me aparté de ti.

El Espíritu Santo me acompaña y me guía, voy por el camino lleno de gozo admirando la obra del Señor, me recuerda que no estoy solo, que no desista en mi andar porque mi vida se rige por la voluntad del Buen Pastor por eso tengo rumbo y destino.

Llena Padre celestial de buen ánimo mi vida, ilumina siempre mis pasos para no caer por mi torpeza, fortalece mi mente y mi cuerpo para estar despierto y atento al acontecer de la vida y nunca me falte tu amor que es para mí el alimento para mantener el paso firme y no perder de vista las señales que me envías, para seguir tus huellas divinas de noche y de día.

Ilumina el camino para los que padecen de tristeza, que vean en lo que tienen  suficiencia para atender sus necesidades materiales y no en lo que les falta, aléjalos de la amargura de sentirse solos y en abandono, enciende para ellos la luz de la esperanza para que recuperen la fe y la confianza en que contigo todo se puede, que recuperen la paz interior al recibir el amor que das en abundancia.

Dios bendiga a nuestra familia y bendiga todos nuestros Domingos familiares.

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