“Por eso me vienen unos tras otros varios pensamientos, y mi ánimo es arrebatado a diversas reflexiones. Escucharé por tanto la doctrina con que me arguyes; mas el espíritu que tengo de inteligencia, responderá por mí. Una cosa sé, y es, que, desde el principio, desde que el hombre fue puesto sobre la tierra, la gloria de los impíos dura poco, y el gozo de los hipócritas no más que un momento. Aunque se remonte hasta el cielo su altivez, y su cabeza toque con las nubes, al fin será arrojado fuera como basura; y los que le habían visto, dirán: ¿Qué se hizo de él? (Job 20:2-7).

Quien vive resentido consigo mismo y con los demás, tenga la razón o no, buscará la forma de hacerle pagar a propios y extraños su infortunio, y ay de aquél que se cruce en su camino, cuando el humor no le sea provechoso al que destila amargura, porque podría llevar su locura hasta extremos dolorosos.

Quien tiene grandes anhelos en la vida y de pronto ve frenado su vuelo a las alturas, se preguntará dos cosas, primero, si su estrella brilla demasiado y es por eso que llega a cegar a otros para seguir por el mismo camino, entonces competir por siempre será su destino, o si sus anhelos son impedidos por su propia cuenta, y en su forma de ser, se oculta la semilla del mal que otro le sembró en la niñez, siendo así, no escatimará esfuerzos puros e impuros hasta llegar a la meta, y de alzarse con el triunfo, se podría evidenciar su verdadera personalidad.

Quien hace uso de la libertad, cuando en su entorno existe una fiera competencia por defender la verdad, deberá tomar en cuenta, que, ante tanta contrariedad, otras fuerzas entrarán en la contienda, debiendo tomar precaución, pues será propicia la ocasión, para que el león se coma a la oveja.

Dios mío y Señor mío, porque en nuestra amada patria los que buscan equidad y la armonía, lo hacen tomando en su mano la lanza de la beligerancia, y siendo la justicia ciega, igual afecta al justo como al pecador sin velar que la inestabilidad podría poner el riesgo la paz.

Señor, ilumina a nuestros gobernantes, que sea su guía la inteligencia y no la reacción visceral de callar a quien hace uso de su libertad y no mide las consecuencias.

Dios le dará la razón al que tenga en su corazón el amor que vela por la misericordia y perdón, sea nuestra nación un país hermanado y no separado por la obcecación de la razón.

Dios bendiga a nuestra familia y bendiga todos nuestros Domingos Familiares.

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