Despacio por favor, porque cada segundo en la vida es invaluable, sí, sé que ahora llevas mucha prisa, pero qué has logrado con ello, si al final, no sólo te sientes frustrado por que las cosas no resultan como a ti te gustaría, y debes reconocer que siempre terminas cansado.
Despacio por favor, respira hondo, lo más profundo que puedas, deja que llegue el vital oxígeno a la más pequeña de las células que habita en los tejidos de tu cuerpo, y que, si fuera, por decir, el corazón, imagínate la razón para respirar como se debe y no como se puede.
Despacio por favor, deja que tus ojos se deleiten con la maravillosa obra de la creación, observa la diminuta hoja del árbol más grande que puedas contemplar y comprueba que igual ha sido objeto de la justicia divina y más bondades que le obsequió nuestro Señor, comprueba que, en su color verde, brilla la luz de la esperanza de que jamás dejará la naturaleza de cumplir su función para darle vida a todo ser que habita en la tierra.
Despacio por favor, déjate enamorar por la armonía y la paz que emana de los sonidos que nos mantienen despiertos o nos arrullan por la noche para conciliar el descanso tan merecido, para sumergirnos en la dimensión de los sueños placenteros, enmarcado por los recuerdos del pasado, energizados por los deseos del presente.
Despacio por favor, toca suavemente hasta lo que se dice es intangible, como el viento que provoca la grata sensación de sentirnos consentidos por el abrazo de Dios, cuando nos refresca si tenemos calor o nos da calor cuando tenemos frío.
Despacio por favor, que de tu boca salgan sólo palabras de gratitud para tu Creador, y que el amor que todo lo cura, llegue a sanar todas las heridas, las que dejan cicatrices en el cuerpo y la que dejan cicatrices en el alma.
Despacio por favor, no tengas prisa por llegar al sitio de la nada, estamos aquí para disfrutar cada instante de los que llamamos vida, nunca es tarde, los años son sólo una medida inventada por el hombre para cumplir con todo lo que se propone, pero que lo hace olvidar lo que Dios dispone y lo que ha dispuesto es que seas feliz, felicidad que
no se obtiene teniendo cosas materiales, felicidad que se obtiene teniendo fe, porque el Señor dispuso que tomaras del manantial del agua viva para saciar la sed, de todo lo que tu espíritu necesita.
Despacio por favor, el amor no lleva prisa, regala un abrazo, una caricia, obsequia una sonrisa o una tierna palabra que te haga sentir feliz y provoque la felicidad en quienes las reciben.
Ama y déjate amar por el amor infinito de nuestro Padre y Señor Jesucristo, porque al que pide se le dará, el que busca encontrará y al que toca se le abrirá.
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