Ayer, habiendo llegado de mi trabajo, María Elena me invito a lavarme las manos para pasar a la mesa a comer, y esperó pacientemente a que terminara de comer, para contarme un simpático hecho ocurrido un par de horas antes, cuando mis nietos más pequeños María José de 7 años y José Manuel de 5 años le daban a conocer un descubrimiento un tanto escandaloso que consideraron digno de una reclamación, o de al menos una llamada de atención de su parte hacia mi persona, y es que resulta que hurgando en uno de los cajones de la mesa de trabajo de mi estudio literario,  encontraron un block de post-its que hace ya mucho tiempo me habían obsequiado un representante médico que visitara mi consultorio, dicho material para escribir notas tenía como fondo una mini representación de la famosa pintura de las Tres Gracias del artista Rafael Sanzio, que se piensa fue pintada en el período del Renacimiento italiano, en año 1504, durante su estancia en Florencia; para aquellos que no recuerdan la pintura, la obra fue pintada sobre una tabla de 17 centímetros de altura; según la mitología griega las tres gracias eran la diosa del encanto, la belleza y la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad, de la menor a la mayor: Aglaya, Eufrósine y Talia (Wikipedia);  en el retrato son representadas por tres hermosas mujeres desnudas, situación que alarmó a mis amados nietos, quienes buscando que me amonestara quien ocupa la mayor autoridad en nuestro hogar,  con expresión de espanto, buscaban mi condena, situación que no se dio, porque cuando llegué, ya los padres de los menores se los habían llevado a su hogar; cuando María Elena me mostró los post-its, me pidió que les diera una explicación para  despojar del morbo a tan hermosa obra, así es que esperé verlos más tarde para rendirles cuentas de lo que ellos consideraban mi falta; así es que en el encuentro, les pedí se acercaran para platicar sobre el asunto, María que es sumamente inteligente inmediatamente captó el mensaje y José Manuel que siempre está compitiendo con su hermana hizo una propuesta para quedar todos contentos, que por tratarse de tres damas, fuera María quien las vistiera,  esto con el fin de que las famosas gracias no estuvieran  promoviendo actividades inmorales, pero su hermana no aceptó argumentando que eso sería limitar  el derecho de expresión de los artistas y que además en la época del citado pintor,  siempre se resaltaba la belleza de la mujer, dicho lo anterior, los niños pidieron sus tabletas, para seguir aprendiendo, lo que según ellos, los adultos, no nos damos tiempo de enseñarles.

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