Para nadie es un secreto que Veracruz fue la puerta de entrada para nuestros colonizadores y en donde centenas de extranjeros de todo el mundo pasaron y habitaron la zona; haciendo una rica mezcla de razas y culta.
Hoy, los vestigios de los primeros pobladores se hace resonar en el corazón del Puerto de Veracruz, hablamos de la comunidad africana.
El Heraldo de México hizo un recorrido por esta zona acompañados por Noemí Graciela Palomino, maestra de primaria y representante del mítico barrio.
Sus vecindades más importantes son: “San Nicolás”, “San Salvador” y “La Favorita”.
Llegada de los primeros africanos
La maestra cuenta que los primeros africanos llegaron al puerto con el colonizador Hernán Cortés y tras la muerte de la población indígena por las enfermedades que traían los españoles, mandaron a traer esclavos para comenzar la mano de obra en la tierra virgen.
Así, rápidamente los esclavos africanos fueron colocados en el barrio donde estos mismos construyeron casas de 3 metros de ancho por 15 de largo, señala Palomino.
Se piensa que aquí habitaron 500 esclavos, indígenas de otras regiones y hasta españoles fugitivos, donde se comenzó la mezcla de razas.
Los habitantes gozan de bellas características africanas como el cabello chino y esponjado, piel negra y caderas pronunciadas, y todos con una enorme sonrisa en el rostro.
La líder del barrio añade que gran parte de la comida veracruzana tradicional tiene sus raíces africanas, siendo el maíz la base de todos los platillos.
Su importancia ha sido tal que incluso Hamala Harris, actual vicepresidenta de Estados Unidos, visitó el barrio para conocer más sobre la comunidad afroamericana y sus orígenes, insiste Palomiro.
Corredor instagrameable
A primera estancia el barrio te transporta a Nuevo Orleans de 1920, sus viajas casas de madera de colores pasteles y grandes avenidas, dan la bienvenida al destino.
Conforme se va avanzado, las pequeñas casas se empiezan a encoger aún más y sus colores se van tornándose más vibrantes, las cuales terminan por transporte a cualquier destino caribeño por sus llamativos y frondosas palmeras.
El destino en sí no cuenta con una gran gama de actividades, sin embargo, su estructura y el abanico de colores atraen a cientos de turistas de buscan la mejor foto para sus redes sociales.
Aquí, el “movimiento” comienza a las 8 de la noche cuando los pobladores sacan sus mesas en el corredor y comienzan a jugar baraja, dominó, ajedrez, entre otros; mientras que música caribeña suena de fondo para animar a todos.
Se espera que con el final de la pandemia, los turistas conozcas más el barrio que también ofrecerá muestras de baile, música y puestos de comida tradicional africana.