El crecimiento del sector energético en México no solo se mide en megavatios. También se nota en tierra, en el día a día de los técnicos, operadores y trabajadores que mantienen en marcha instalaciones nuevas y viejas. Uno de los cambios menos visibles —pero cada vez más importantes— tiene que ver con el uso de maquinaria para trabajos en altura. Especialmente, con la renta de plataformas telescópicas.

Puede sonar técnico, o lejano, pero en realidad es bastante simple: si el país está invirtiendo en paneles solares, torres eólicas, redes de distribución eléctrica y subestaciones, alguien tiene que subirse a instalarlos y, después, a mantenerlos.

Y ahí, el equipo adecuado hace toda la diferencia.

En campo, todo se vuelve más real

Quien ha trabajado en un parque solar o en un proyecto eólico sabe que el acceso no siempre es fácil. Hay polvo, viento, terrenos irregulares y alturas que no perdonan errores. No basta con llegar; hay que poder trabajar con seguridad.

Las plataformas telescópicas se usan justo para eso: permiten que una o dos personas trabajen en altura, con sus herramientas, en una base firme y estable. Y lo hacen en zonas donde levantar andamios sería inviable o peligroso.

El cambio está en que ya no se necesita tener este tipo de equipo en propiedad. Cada vez más empresas optan por rentarlassegún la duración del proyecto. Eso les permite ahorrar, moverse con flexibilidad y adaptarse mejor a los tiempos.

Menos inversión, más control

La renta de plataformas telescópicas tiene sentido en un sector como el energético, donde los proyectos se mueven por fases. Hay semanas de mucha actividad y otras de espera. Comprar maquinaria en esos casos no compensa. Rentarla sí.

Existen modelos para distintos tipos de trabajo: desde los más compactos, que se usan en espacios industriales cerrados, hasta los de largo alcance, ideales para montaje de torres o limpieza de estructuras elevadas. Para quienes buscan opciones disponibles según su necesidad, pueden ver aquí una selección actualizada.

Esto no es un lujo, ni algo “opcional”. La seguridad en trabajos de altura es cosa seria. Y más cuando se trata de instalaciones eléctricas.

Un cambio silencioso, pero profundo

Quizá no se hable mucho de esto fuera del sector, pero lo cierto es que cada año crece el número de plataformas elevadoras en operación en México. No tanto por moda, sino por necesidad. La industria energética, con todos sus matices —desde los grandes contratos hasta las pequeñas firmas de mantenimiento—, está tirando de esta maquinaria más que nunca.

Y no es solo por las nuevas obras. También hay miles de kilómetros de líneas que se deben revisar, limpiar, ajustar. Lo mismo con las estaciones, los transformadores, los techos con paneles. Todo eso requiere personal técnico bien equipado. Y plataformas para que trabajen sin arriesgarse.

La maquinaria dejó de ser un recurso extraordinario. Ahora forma parte del equipo base.