Antes de la implosión de apps como Google Maps, el sustituto de los mapas físicos para viajar fueron los GPSs, donde una de las marcas más reconocidas fue TomTom. Pero el auge de los smartphones, y todas las herramientas que ofrecen estos, hicieron que poco a poco compañías como esta fueran perdiendo peso y ante esta situación TomTom ha decidido reinventarse.
Aunque es cierto que lo ha hecho sin perder su esencia, y es que esta compañía holandesa va a dejar de fabricar GPSs y se va a centrar en potenciar una nueva plataforma de mapas para convertirse en el mayor proveedor de datos de geolocalización del mundo.
Esta reformulación de sus servicios tiene como intención convertirse en el proveedor de mapas a tiempo real de cualquier servicio que lo necesite. Actualmente este mercado está bastante limitado, con el predominio de Google Maps o Apple Maps en todo tipo de apps como Uber, Glovo, Playtomic o cualquier otra app que use algún tipo de mapa.
Pero el objetivo de la compañía no es solo llegar a aplicaciones que usen mapas para ofrecer sus servicios, sino que también usen sus datos en la implementación de comunicaciones dentro de los coches como asistencia en la carretera, la conducción autónoma e incluso la localización de puntos de recarga eléctricos.
Y es que lo que quiere la compañía es poder obtener el máximo de datos posibles sobre todas las carreteras del mundo, para ello se han unido a la plataforma de mapas con datos abiertos OpenStreet Map (una de las más grandes del planeta) además de que colaborará con diferentes compañías y servicios de distintos países para complementar todavía más la información que ofrecen a sus usuarios.
“La exactitud y la capacidad de ofrecer datos a tiempo real es esencial, porque los datos de hace tres meses pueden ser exactos. Pero lo que ocurre justo en el momento de tu búsqueda, esa exactitud, es cada vez más y más importante, lo vemos con las empresas que colaboran con nosotros” explica Jonathan Houston, director general de MapIT.
Y este va a ser el gran objetivo de TomTom, poder ofrecer la mayor cantidad y más exacta información posible en todo momento. Bajo el nombre de TomTom 2.0, la compañía espera que para 2025 su tecnología de geolocalización los 600 millones de euros, pero tendremos que esperar hasta el segundo trimestre de 2023 para poder probarla por nosotros mismos.