La pandemia del coronavirus trajo numerosos cambios en múltiples sectores y el financiero sin lugar a dudas no fue la excepción. Es por eso que desde hace ya un tiempo se vienen realizando numerosos estudios acerca de cómo se adaptaron los clientes a esta situación y cuál fue la respuesta que los bancos pudieron brindar.

 

Si bien muchas cosas se pueden tener en cuenta, hay una que es muy real y palpable y se trata del nacimiento de muchas empresas, en pos de dar soluciones rápidas y eficaces que la población necesitaba con suma urgencia.

 

Transformación: fundamental para continuar creciendo

 

Sin dudas que principalmente desde comienzos del 2020 hasta ahora hubo una profunda transformación del mercado bancario, sobre todo en lo relacionado a la digitalización. Los bancos primero tuvieron que ofrecer todos sus servicios vía internet para que efectivamente sus clientes pudieran tener las respuestas que necesitaban.

 

Por otro lado, no sólo tuvieron que adaptarse para continuar creciendo, sino que también tuvieron el importante desafío de tener que enfrentar una fuerte competencia con las financieras digitales (conocidas como fintechs) y con múltiples plataformas que ofrecen los mismos servicios, con el adicional de que los usuarios pueden hacer todas sus operaciones desde su celular, sin la necesidad de intermediarios.

 

Para ser un poco más claro, se puede ver que hoy en día en lo que respecta a terminales de pago, el 80% del mercado de usuarios lo tienen tan sólo unas pocas fintechs. No es algo que sólo ocurre en México, si no que también en el resto de Latinoamérica: en Argentina, por ejemplo, el canal de pago de Mercado Libre (Mercado Pago), logró que el 20% de la población económicamente activa, pague con su propio código QR.

 

Inclusión financiera: la situación actual

 

Tomando como referencia desde el año 2019 a la fecha, en primer lugar se puede afirmar que hubo un crecimiento en México de la inclusión financiera, toda vez que en ese año el 37% de los mexicanos estaban bancarizados, y para este 2022 ya se puede ver que el 47% de la población tiene acceso a productos bancarios, en distintas modalidades claro (tarjetas, créditos, cuentas de nómina, entre otras).

 

Y de la mano de eso, otro dato que es interesante, es que hubo crecimiento del acceso a internet en el país, ya que el 72% de la población en la actualidad cuenta con una conexión adecuada. Eso conlleva directamente a que haya un acercamiento con los servicios financieros que se ofrecen online.

 

Fin de clientes monobancos: diversificación de la oferta

 

De acuerdo a estos estudios realizados por especialistas en finanzas, es que años antes, los usuarios del sector financiero tenían relativamente pocas ofertas para acceder a ciertos servicios, por lo que generalmente eran clientes de un sólo banco, algo que con el paso de los años dejó de ser así. Los porcentajes hablan por sí mismos: en dos años, pasó de un 63% a un 46% la cantidad de personas que contaban con los servicios de un único banco.

 

Esto claro obedece a una situación particular y es que hoy en día hay acceso a muchísimas plataformas, que no tienen costo para operar, y en las cuales se puede invertir en distintos instrumentos, adquirir divisas o criptomonedas, pagar servicios, cobrar salarios, transferir dinero, entre muchas otras alternativas.

 

Lo que de a poco están haciendo los usuarios es tomar a las fintechs como una alternativa real y concreta a su banco principal. Y para afirmar esto podemos tomar el dato de que el 17% de los clientes que están bancarizados ya tiene una cuenta en estas nuevas empresas, también denominadas como ‘neobancos’.

 

Servicios más demandados a las nuevas plataformas: primeras posiciones

 

Quienes apuestan por acceder a los servicios de los neobancos, la mayoría lo hace a los fines de poder contar con una tarjeta de débito, que les permita con ella realizar múltiples operaciones. Más específicamente, el 79% de los usuarios de estas nuevas plataformas acceder a ellas para poder tener ese tipo de tarjeta. Luego, los que siguen en cantidad son las tarjetas de crédito y las cuentas de nómina.

 

Durante gran parte de la pandemia por el coronavirus, y en la actualidad también, muchas personas tuvieron que acceder a préstamos en línea confiables debido a que tuvieron pérdidas de empleo, rebaja en los salarios, entre otros inconvenientes. Y fueron justamente estas nuevas plataformas las que dieron esta solución, de prestar dinero de manera rápida y sin demasiados requisitos. Los usuarios del sector financiero, en muchos casos, ante estos inconvenientes, no tuvieron respuestas adecuadas o pertinentes por parte de la banca tradicional, y fueron los neobancos los que suplieron estas necesidades.

 

El desafío de la banca: la digitalización como objetivo

 

Las razones por las que los neobancos crecieron tanto en los últimos dos años son muchas, como que son más flexibles o bien, que ofrecen servicios 100% digitales. Los bancos, en algunos casos, tardaron en adaptarse. De a poco están realizando cambios para poder digitalizar sus servicios, y es el desafío que tienen de cara a los próximos meses, para no seguir perdiendo clientes.

 

Tiempo atrás, las fintechs y neobancos eran utilizadas paralelamente por los usuarios de los bancos y hoy en día eso ya cambió, ya que en muchos casos son el único acceso que tienen a los servicios financieros millones de personas. Así las cosas, cada entidad bancaria que busque permanecer y continuar creciendo, deberá obligatoriamente implementar cambios en la forma de acceder a sus productos por parte de los clientes.

 

Para ir dando fin al análisis que hoy estuvimos realizando, afirmamos que suma claridad se puede visualizar que hubo, producto de la pandemia del coronavirus, hubo inauguración abrupta y exponencial democratización del sistema financiero, con ingresos acercamiento de población antes excluida a los servicios que antes exclusivamente ofrecían los bancos, no sólo en México si no que en todo el mundo. De cara a los próximos años, habrá sin dudas que un nuevo y radical cambio para ese sector de la población que no se encuentra bancarizado.