El síndrome postvacacional en la piel es una condición en la cual hay una serie de efectos negativos en el cutis después del verano. El sol, así como una reducción de los cuidados en la rutina durante las vacaciones, hacen que haya algún grado de deterioro en la piel.
Lo usual es que la etapa de vacaciones en verano traiga consigo varios cambios en el estilo de vida. Además de que se toma más sol, también suele haber descuidos en la alimentación y la bebida, uso frecuente de piscinas y otros factores. Todo ello da origen al síndrome postvacacional en la piel.
A veces, se habla del síndrome postvacacional en general para hacer referencia al estado emocional de resistencia durante el retorno al trabajo después de vacaciones. Sin embargo, la piel también ha sufrido durante este periodo y puede requerir de cuidados especiales.
Qué es el síndrome postvacacional en la piel
El síndrome postvacacional en la piel es un estado de deterioro que tiene lugar después de las vacaciones de verano. Durante esta etapa, hay una mayor exposición al sol, visitas más frecuentes a la playa y las piscinas, más roces con la arena y menos cuidados en el sueño y la alimentación.
Todo ello en conjunto provoca una serie de efectos en la piel. Lo usual es que el cutis se vea más resentido que en otras épocas del año. En general, se ve más seco, apagado, áspero y, muchas veces, con manchas o acné.
Uno de los aspectos que más influye en esto es la falta de medidas preventivas durante el verano. No es raro que las personas lleguen tarde a su casa y se olviden de desmaquillarse. O que no se apliquen el protector solar con tanta asiduidad como se debería. O, quizá, que no se reduzca el daño producido por el cloro con medidas adecuadas.
Cómo afecta la salud de la piel
Es un hecho que el síndrome postvacacional afecta la salud de la piel. El efecto más notorio suele ser la resequedad o la falta de hidratación en el cutis. Las temperaturas extremas, los rayos UV, el viento y el contacto frecuente con el agua o el cloro son los responsables de esto.
Incluso, el solo hecho de bañarse con más frecuencia hace que la piel pierda humedad. El síndrome postvacacional afecta a todos los tipos de piel. Esto tiene diversas manifestaciones, como las siguientes:
Menor suavidad y elasticidad en el cutis.
Piel apagada, sin luminosidad.
Cutis tirante y rugoso, a veces descamado.
Arrugas y líneas de expresión más visibles.
Sobrepigmentación o manchas oscuras en la piel.
Acné.
Asimismo, en el síndrome postvacacional hay daños invisibles. Los mismos corresponden a procesos negativos que tienen lugar a nivel intra y extracelular. Aumenta el estrés oxidativo, la inflamación y la toxicidad mitocondrial y celular. Esto es causado por las radiaciones UVA e infrarrojas y por la luz visible.
Tratamientos reparadores
La mejor manera de contrarrestar los efectos ocasionados por el síndrome postvacacional es retomar las rutinas de belleza cuanto antes, así como los hábitos saludables. Los cuidados de la piel, unidos a una dieta adecuada y un descanso apropiado ayudan a que la piel recupere su elasticidad y luminosidad. En general, las acciones recomendadas son las siguientes.
Limpieza
Lo ideal es hacer una limpieza un poco más profunda, todos los días. Sin embargo, es importante no excederse: con tres minutos es suficiente. Lo más recomendable es que se utilicen productos como los siguientes:
De acción higroscópica. Ayudan a retener la humedad por más tiempo. Dentro de estas sustancias, se encuentran la glicerina, el sorbitol y el propilenglicol.
Oclusivos. Evitan la evaporación del agua. Comprenden la vaselina, la lanolina, el escualeno, la cera de abeja, etc.
De interacción química. También favorecen la retención de agua. Son, entre otras, la urea y los alfahidroxiácidos, sobre todo el ácido láctico.
Exfoliación
La exfoliación es un complemento de la limpieza y una de las medidas más eficaces para superar el síndrome postvacacional. Se debe hacer al menos una vez por semana. Lo más aconsejable es que se empleen productos naturales y suaves, de modo que no se le ocasione una agresión adicional al cutis.
Hidratación
El síndrome postvacacional exige que se haga una hidratación más intensa que en otras épocas del año. Es fundamental aplicar una hidratante suave todos los días y, luego de esta, una capa de protector solar en las mañanas.
Ni lo uno ni lo otro deben omitirse. Tampoco se debe olvidar una crema para contorno de ojos.
Los mejores hidratantes para el día son las emulsiones de aceite en agua. Para la noche, lo indicado es utilizar algún producto que contenga aceites minerales, vaselina, alcohol de lanolina y agua. Hay muchos artículos que vienen con el rótulo de «crema nutritiva» y que contienen estos elementos.
Vence el síndroma postvacacional en la piel
Aunque las medidas indicadas suelen ser suficientes para revertir el síndrome postvacacional, en algunas ocasiones se requiere de algo más. En especial si hay manchas o acné, o si se percibe que el envejecimiento cutáneo es muy severo.
En todos esos casos, lo mejor es consultar con el dermatólogo para que señale cuáles son las mejores opciones disponibles. Es posible que se requiera de un tratamiento estético especial y es el médico quien mejor puede orientar al respecto.