Bajo la dirección de Elon Musk, Twitter restableció recientemente decenas de miles de cuentas, algunas de las cuales pertenecían a conspiradores u opositores a la vacunación contra el coronavirus, con el riesgo de reavivar un fenómeno de desinformación en la red social.

Según el desarrollador Travis Brown, citado por varias organizaciones, más de 27 mil cuentas restauradas habían sido suspendidas por desinformación, acoso e incitación al odio.

Contactado por la AFP, dijo que su lista estaba incompleta y que el número de esas cuentas podría ser aún mayor.

Restablecer estas cuentas hará de la plataforma un imán para los actores que quieran difundir información falsa”, advirtió Jonathan Nagler, codirector del Centro de Medios Sociales y Política de la Universidad de Nueva York (NYU).

Y habrá menos moderación del discurso de odio, lo que hará que la red sea menos acogedora para muchos usuarios”, añadió.

Entre las personalidades que están de regreso en la red del pájaro azul, figuran “antivacunas” como el cardiólogo Peter McCullough o el doctor Robert Malone, que había sido suspendido hace un año por haber advertido de la supuesta peligrosidad de las vacunas contra el coronavirus, sin información contrastada que lo respaldara.

Desde que se levantó la suspensión de su cuenta, Malone, que tiene más de 869.000 seguidores, ha publicado varios mensajes con información falsa sobre la vacuna contra el covid-19.

Entre los antiguos parias nuevamente autorizados en la red social también se encuentra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, quien no obstante mantiene, por el momento, su promesa de no regresar y utilizar únicamente la red social Truth Social, que él mismo creó el año pasado.

Mike Lindell es uno de los más incendiarios. Suspendido dos veces en 2021, el director general de la empresa My Pillow y partidario incondicional de Trump pidió, ni bien se restableció su cuenta, “fundir las máquinas de votación electrónica para convertirlas en rejas de prisión”.

Se trata de una referencia directa a la teoría de la conspiración de que el recuento de votos en las elecciones presidenciales de 2020 fue manipulado con la ayuda de máquinas de votación, lo que nunca se ha demostrado.

También fue readmitida en Twitter la activista de extrema derecha Pamela Geller, presentada por la organización jurídica para la lucha contra el extremismo Southern Poverty Law Center como “una de las activistas antimusulmanas más extravagantes de Estados Unidos”.

– “Reinvertir en moderación” –

A principios de esta semana, el creador de The Geller Report publicó un mensaje sobre estudiantes musulmanes que se habían quejado de que un profesor les había mostrado fotografías del profeta Mahoma.

“¿Ya lo decapitaron?”, tuiteó, en referencia al asesinato del profesor francés de historia y geografía Samuel Paty en Conflans-Sainte-Honorine, un suburbio de París, en octubre de 2020.

En la era Musk, los ‘superpropagadores’ de desinformación se sienten alentados y los lectores tienen menos información disponible sobre la fiabilidad de las fuentes”, subrayó Jack Brewster, del observatorio de medios NewsGuard.

A mediados de diciembre, Twitter dijo en una publicación en su plataforma que una “suspensión permanente por romper las reglas (de la red social) era una medida desproporcionada”.

Musk luego aclaró que Twitter “sigue comprometido en prevenir contenido peligroso” en su sitio, así como “actores maliciosos”. “Las cuentas restablecidas siempre deben seguir nuestras reglas”.

Twitter fue cuestionado esta semana después de un incidente que involucró al jugador de fútbol americano de los Buffalo Bills, Damar Hamlin.

El paro cardíaco que sufrió el defensa de 24 años el lunes en el campo de juego llevó a muchos usuarios de Twitter a hacer una conexión con la vacuna contra el coronavirus.

Antes de las vacunas contra el covid, no se veía a los atletas caer tiesos en el campo como está ocurriendo hoy”, tuiteó la legisladora republicana en la Cámara de Representantes, Marjorie Taylor Greene. “Es hora de investigar las vacunas Covid”.

Si bien Musk dijo recientemente que planea ceder el liderazgo de Twitter, “tomará más tiempo arreglar” la plataforma, señaló Nora Benavidez, de la organización de vigilancia de medios Free Press.

Será necesario, advirtió, tomar “una serie de medidas para revertir los cambios de Musk, reinvertir en moderación y reestructurar la gobernanza de la plataforma”.