Dos astronautas de la NASA realizaron el sábado una caminata espacial para reorganizar las tuberías de la Estación Espacial Internacional, cuidándose del tóxico amoniaco que quedaba en ellas. El trabajo debía haber sido completado hace una semana, pero fue aplazado cuando las mejoras al sistema eléctrico tomaron más tiempo del esperado.
Deseoso de concluir las renovaciones de la base antes del regreso a los astronautas a la Tierra en la primavera, el Control de Misión ordenó la caminata adicional de Victor Glover y Mike Hopkins. Los dos colaboraron en caminatas consecutivas hace mes y medio y estaban contentos de hacerlo de nuevo.
Ustedes diviértanse allá afuera y cuídense”, dijo por radio el Control de Misión al comenzar finalmente la caminata espacial, casi una hora tarde.
Antes de salir, los astronautas tuvieron que reemplazar unas tapas de sus equipos de comunicación en sus cascos para poder escuchar bien. “Te escucho claramente”, dijo Hopkins una vez instalada la nueva tapa.
Glover y Hopkins —que llegaron en noviembre a bordo de una nave de la firma SpaceX— tuvieron que vaciar un par de mangueras de amoniaco que fueron añadidas hace años tras un escape en el sistema exterior de enfriamiento de la estación.
La NASA advirtió a los astronautas que tuvieran atención especial para evitar que el amoniaco hiciera contacto con sus trajes espaciales y que entrara a la estación con ellos. Los caminantes espaciales llevaron herramientas largas purgar las mangueras y se les instruyó que se alejaran de las boquillas.
Glover y Hopkins tuvieron que mover una de las mangueras a una posición más cercana a la escotilla de la NASA, en caso de que fuera necesaria al otro lado de la estación.
Otras tareas del sábado fueron el reemplazo de una antena para las cámaras de los cascos, el redireccionamiento de cables ethernet, asegurar conexiones en una plataforma europea de experimentos e instalar un anillo de metal en la cobertura termal de la escotilla.