La exterogestación se refiere al periodo que pasa la madre junto al bebé tras el parto. Es decir, aparte de los 9 meses de gestación, es necesario que la mamá pase otra franja temporal similar para acompañar al bebé en su primera etapa de vida. Si estás a punto de ser madre, será ideal que conozcas de este periodo llamado sepas cómo disfrutarlo.

Exterogestación: la etapa después del embarazo

El nacimiento no solo constituye el comienzo de la vida de la persona, sino que conlleva el final de la gestación. Los 9 meses después del nacimiento constituyen una etapa de crecimiento y desarrollo físico, mental y emocional fundamental para el bebé. En este periodo, el pequeño requerirá de la mayor cantidad de tiempo con su madre y de todo su amor.

Según evidencia este artículo publicado en la revista Dilema, la exterogestación es una continuación de la gestación debido a que el ser humano nace de forma prematura (por decirlo de alguna manera), puesto que necesitan de la madre para poder sobrevivir. Así, es a través de la lactancia materna cuando sucede primordialmente la exterogestación.

¿Por qué la exterogestación son 9 meses más?

Todo ocurre a su debido tiempo. A los 9 meses, los bebés ya desean caminar y hablar, es decir, los pequeños comienzan a ganar en autonomía. Antes de ello, necesitan mucho de la compañía y de los cuidados de la madre. Con estos, los recién nacidos se encuentran protegidos, amparados y reciben la ayuda requerida para empezar a crecer.

Hay casos en los cuales los bebés aprenden ciertas cualidades antes de los 9 meses. Y esto se produce, en gran parte, gracias a la permanente compañía de su querida madre. El desarrollo humano que requiere un bebé tiene lugar junto a su madre.

Ideas para tener una exitosa exterogestación

1. A la hora de dormir

Muchos padres prefieren la opción de tener al recién nacido en una cuna, pues el mejor plan es dormir con ellos en la habitación. La exterogestación implica, entre otras cosas, que el bebé comparta la cama con sus progenitores. De esta manera, mantendrá un mayor contacto físico con su madre.

Además, según señala este estudio publicado en la revista Pediatría Atención Primaria, la práctica del colecho favorece la lactancia materna y no aumenta el riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante.

Así, sentirá la confianza de que está protegido y acompañado de los seres a los que ama. Sin embargo, es bueno que evalúes en los primeros días si tú y tu pareja os sentiréis cómodos durmiendo con el bebé.

Algunos pequeños descansan mejor en su cama, sin compañía. Pero si manejas algunos patrones de seguridad, seguramente pasarás lindas noches junto a tu bebé.

2. A la hora de trabajar

Si trabajas, no tienes por qué dejar de vivir esta hermosa etapa de la maternidad. Hoy en día, existen sostenedores, cargadores o pañuelos de porteo para tu pequeño que te permiten estar a su lado mientras realizas tus actividades en el trabajo. Además, aunque por el momento son necesarias más investigaciones al respecto, muchas personas destacan los beneficios que proporcionan, tanto a la madre como al bebé.

Si tu jefe no ha vivido esta etapa, probablemente no te permita estar con tu hijo al momento de trabajar. En estos casos, te sugerimos lo siguiente:

Negocia estar con tu bebé mientras trabajas.
Establece un horario para ocuparte de ambos deberes.
Lleva algunos juguetes infantiles que puedan mantener tranquilo a tu bebé.

Para negociar con tu jefe la presencia de tu pequeño en el trabajo, explícale la importancia de la exterogestación. De esta forma, posiblemente entienda tu posición y te ayude a lidiar con tus responsabilidades laborales y maternales.

3. A la hora del baño

Resulta reparador refrescarse con un rico baño. Y más si lo compartes con tu lindo bebé. Si te animas a hacerlo, a continuación, te mencionamos algunos tips para que disfrutes de este momento de conexión con tu hijo:

Tener una ducha o bañera con espacio para los dos.
Que el espacio de baño para tu bebé sea seguro y acorde a su pequeño tamaño.
Comprar juguetes que se puedan usar en el agua.

Mantén buenas medidas de seguridad en cuanto a tu bebé para que ambos podáis disfrutar de este momento tan especial de la mejor manera.

4. A la hora de comer

También puedes tener tu desayuno, almuerzo o cena con tu pequeño. Aproximadamente una media hora antes, prepara su comida y la tuya para que comáis juntos en el comedor o donde ambos os sintáis más cómodos.

Hay distintos espacios para vivir este momento, pero busca uno en el que su comida no se derrame. Si el lugar cuenta con mesas, sillas y una temperatura adecuada, podrás disfrutar tranquilamente de este momento con el gran amor de tu vida: tu hijo.

En definitiva, la importancia de estar con tu bebé y prestarle los debidos cuidados y atenciones es esencial. De ello dependerá que se desarrolle emocionalmente de manera más saludable.