El autodiálogo es esa conversación que mantenemos con nosotros mismos sin que nos demos cuenta. Por ejemplo, cuando cometemos un error y nos decimos “he fallado en esto, cómo es que no supe verlo”. En normal que no lo verbalicemos, aunque puede que haya ocasiones en las que sí lo hagamos.

El mayor problema del autodiálogo es que tendemos a decirnos lo negativo. Seguro que nos sentimos identificados con frases como “qué mal lo has hecho”. Si analizamos un poco nuestro autodiálogo durante solo unos días descubriremos que nos hablamos bastante mal.

Este autodiálogo de la desaprobación, si se mantiene demasiado en el tiempo terminará haciendo mella en la autoestima. No somos tan malos como pensamos ni tan terribles por haber hecho algo puntual.

Razones para practicar el autodiálogo a tu favor

Existen muchas razones para que empecemos desde ya a practicar el autodiálogo a nuestro favor. Nos hablamos y tratamos muy mal, y como no solemos verbalizarlo, ni siquiera nos planteamos si lo que nos decimos es bueno o malo. La verdad es que esto influye en nosotros más de lo que pensamos.

1. Influye en las emociones

Cuando practicamos el autodiálogo somos capaces de ver las situaciones de otra manera o de tomar decisiones más certeras. Esto nos tranquiliza, nos genera calma y nos ayuda a gestionar las emociones mucho mejor.

2. Aumenta el autoconocimiento

Otra razón por la que practicar el autodiálogo es que nos permite conocernos mejor. Somos capaces de conectar con nosotros, con lo que nos pasa y lo que sentimos. Podríamos decir que el autodiálogo nos enriquece.

3. Reduce la ansiedad anticipatoria

Este es un mal que sufren muchas personas. Se trata de la ansiedad anticipatoria, que surge cuando todavía no ha pasado nada que la pudiese desencadenar. Hablar con nosotros mismos puede contribuir a reducirla y a evitar que aparezca.

Consejos para practicar el autodiálogo positivo

Como existen todas estas razones para practicar el autodiálogo, ¿cómo podríamos empezar? Hay personas que se comunican con ellas mismas de manera inconsciente e incluso lo utilizan a su favor. Pero muchas otras, como puede ser nuestro caso, necesitamos algunos consejos para empezar a trabajar con esta herramienta tan poderosa.

Llevar un diario

Escribir un diario es útil, ya que se trata de una herramienta de las que todos disponemos y a la que solo necesitamos dedicarle unos pocos minutos al día. Además, nos permitirá volver sobre lo que hemos escrito para reflexionar desde una perspectiva que, tal vez, nos ayude.

Cuestionar nuestro autodiálogo

Otra de las formas de mejorar nuestro autodiálogo es cuestionarlo. Para eso debemos volver sobre lo que hemos escrito en el diario y hacernos algunas preguntas, como “¿estoy juzgando mi forma de ser en lugar de la manera en la que he actuado?”.

Cambiar la forma en la que nos hablamos

Si la respuesta a la pregunta de si estamos siendo muy negativos o solo estamos viendo la parte mala de lo sucedido es afirmativa, es el momento de hacer un cambio. Todas esas frases que nos decimos pueden lastimarnos.

Nos hablamos de manera negativa muy a menudo y es fundamental que cambiemos esto. Algunos ejemplos de frases positivas que podemos decirnos son las siguientes:

Soy humano, puedo cometer errores, pero aprenderé de ellos para mejorar.

Voy a trabajar en mi carta de presentación, hacer algún curso o seguir entregando currículums. Seguro que me cogerán.

Aunque esto pueda parecer una tontería, funciona. Nuestro autodiálogo tiene mucho poder y es importante que lo aprovechemos.

La mayoría de nosotros nos hablamos de una forma que jamás haríamos en el caso de dirigirnos a otro. Por lo tanto, aquí está la clave. Debemos cuidarnos y respetarnos tal y como haríamos con los demás.