Se suele tener la impresión de que después de la jubilación las personas suelen volverse más sedentarias, pues no necesitan ir al trabajo ni realizar ciertas tareas relacionadas con el hecho de tener un empleo.
Para recabar evidencia objetiva al respecto, un equipo médico de la Universidad de Turku (Finlandia) realizó una investigación sobre el tema. El objetivo fue conocer el tiempo sedentario antes y después de la jubilación, comparando si estas medidas difieren según sexo y ocupación.
Después de observaciones realizadas a lo largo de un año, con casi 500 participantes, se llegó a la conclusión de que las horas de sedentarismo aumentaron entre las mujeres y se mantuvieron en un nivel alto en los hombres.
Esto es algo a lo que se debe prestar mucha atención, con la finalidad de reducir el tiempo de inactividad en las personas jubiladas. De modo que se reduzca el riesgo de padecer patologías asociadas con estilos de vida sedentarios.
Sedentarismo antes y después de la jubilación
Los expertos definen al sedentarismo como aquel comportamiento con bajo gasto energético que tiene lugar durante la vigilia, ya sea al estar sentados, reclinados o acostados, viendo televisión, escuchando música, frente a la computadora o leyendo.
Según diversas investigaciones, el sedentarismo se ha incrementado en el mundo durante las últimas décadas. Esto es debido a la tecnología vinculada con el trabajo, con las tareas domésticas y los desplazamientos, así como con el ocio.
El tiempo de sedentarismo es bastante alto en promedio en los países occidentales. Y suele incrementarse con la edad, después de la jubilación, de acuerdo con los estudios que así lo informan.
¿Cómo se realizó el estudio?
En la investigación de Suorsa y colaboradores, publicada en la revista Journals of Gerontology en el año 2019, los autores partieron de la premisa de que se han realizado estudios sobre el sedentarismo, pero la mayoría son autoinformados.
Esto quiere decir que los propios involucrados proporcionan la información. Sin embargo, los datos pueden ser poco confiables, estando sujetos a sesgos de recuerdo e información, ya que la persona puede no recordar o no decir algo por conveniencia.
Para evitar tal problema, los investigadores apelaron a los recursos tecnológicos para realizar mediciones exactas, a la vez que objetivas. A tales fines, se utilizaron acelerómetros que los participantes colocaron en sus muñecas.
La muestra final estuvo constituida por 478 personas, trabajadores del sector público, jubilados entre 2016 y 2019 y que previamente habían participado en un estudio sobre adultos mayores en Finlandia (FIREA). Fueron contactadas antes de su fecha estimada de jubilación. A los que aceptaron participar, se les hizo seguimiento con cuestionarios y medidas del acelerómetro.
¿Cuáles fueron los resultados?
Los datos de los acelerómetros se tomaron mediante el dispositivo mencionado antes y después de la jubilación, con un año de diferencia. Entre los principales resultados del estudio destacan los siguientes:
La mayoría eran mujeres (85 %) que trabajaban en ocupaciones manuales (67 %).
La edad promedio de jubilación fue de 63,2 años.
La duración media de vigilia fue 16,1 horas antes y 15,7 horas después de la jubilación. Por tanto, hubo un incremento de las horas de sueño.
Durante su vida laboral, las mujeres tenían en promedio 8 horas y 10 minutos diarios de sedentarismo.
Las mujeres fueron más sedentarias después de la jubilación, en 29 minutos promedio.
Aunque el tiempo de sedentarismo fue menor en mujeres con ocupaciones manuales, estas mostraron mayor aumento después de la jubilación (63 minutos).
Antes del retiro laboral, el tiempo sedentario diario de los hombres era de casi dos horas más que el de las mujeres. Sin embargo, los varones no mostraron cambios tras jubilarse.
Más sedentarias después de la jubilación: esa es la conclusión
Esta es la primera investigación longitudinal en la que se analizan los cambios en los horarios del tiempo de sedentarismo, medidos de una manera objetiva. Los hallazgos vienen a confirmar otros resultados previos, ya que si bien es cierto que tras el retiro laboral se incrementa el sedentarismo, esto no es igual para todos.
Tal como se observó, se puede decir que los hombres en promedio son menos activos, pero las mujeres se vuelven más sedentarias después de la jubilación. Si bien los investigadores sugieren que se deben realizar mediciones con otras poblaciones, consideran que hay posibilidad de extrapolar resultados.
¿Por qué debemos activarnos en la vejez?
Estas conclusiones pueden ser tenidas en cuenta como un signo de alarma, ya que son bastante conocidos los riesgos del sedentarismo, que se encuentran asociados a diversas patologías:
Obesidad.
Aumento de niveles de colesterol en sangre.
Debilitamiento y pérdida de masa muscular (sarcopenia).
Diabetes.
Enfermedades cardiometabólicas.
Artrosis y osteoporosis.
Por ende, después de la jubilación debemos activarnos para disminuir los riesgos. Es posible vencer el sedentarismo con un poco de fuerza de voluntad. La ganancia es total.
¿Cómo tener una jubilación activa?
Para tener una jubilación activa hay que comenzar por dejar de lado algunas horas que dedicamos al ocio inactivo. Esto se refiere a ver televisión o navegar por internet, ya sea en la tableta, el teléfono o la computadora.
Por otra parte, hay diversas rutinas de ejercicios para personas de la tercera edad que se pueden realizar en casa. Es importante señalar que la actividad física para el adulto mayor se adapta en cuanto al esfuerzo. Asimismo, se deben incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para las diversas zonas del cuerpo.
También se recomienda sustituir actividades sedentarias por otras que demanden gasto calórico. Una alternativa son las clases de baile. Son diversos los beneficios de la danza, tanto en lo físico como en lo social.
Otra opción es inscribirse en clubes y asociaciones. Aunque en algunos casos se trate de actividades poco dinámicas, nada más el hecho de tener que desplazarnos (de preferencia a pie), implica salir de la casa y del sedentarismo.
Las mujeres más sedentarias después de la jubilación pueden cambiar eso
La jubilación puede ser un momento complicado, incluso traumático. Y es que aprendimos a trabajar y estar siempre ocupados. Pero no nos han enseñado qué hacer cuando llega el momento de estar solos en casa.
Y si bien la mayoría de las personas tiene un pasatiempo que los distrae y con el que llenan las horas que antes dedicaban al trabajo, muchas de estas actividades no demandan esfuerzo físico.
En consecuencia, como sucede en otros momentos de la vida, tras el paso a retiro toca reinventarse para poder seguir. Las mujeres más sedentarias después de la jubilación pueden mejorar su bienestar y calidad de vida con pequeños cambios activos.