Al subrayar que ya fijó su postura respecto al conflicto político en Perú y la destitución de Pedro Castillo como presidnete de ese país, Andrés Manuel López Obrador precisó que su gobierno se ceñirá al principio de no intervención.
En conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional, el mandatario federal lamentó lo ocurrido y recordó que desde que Pedro Castillo “ganó legal y legítimamente, fue víctima de acoso” por racismo y clasismo.
El presidente explicó que en ese país ha habido 5 presidentes en 6 años y concluyó que, quien más sufre es el pueblo por los intereses de las élites.
López Obrador reveló además que Pedro Castillo le habló por teléfono para solicitarle asilo a México en su embajada en Lima, pero ya había sido detenido, y solicito que se respeten sus derechos humanos.
“Seguramente ya tenían intervenido su teléfono y que iba a solicitar el asilo y que, si le abrían la puerta”, detalló.
El presidente también opinó que el ahora exmandatario peruano era víctima de espionaje y por eso descubrieron que se dirigía a la embajada de México.
El mandatario federal acusó que la élite política y económica empujó la salida de Castillo.
“Es importante recoger la lección porque esto se está aplicando en distintas partes, son golpes blandos, ya no es la intervención militar, es ir con los medios ir socavando las autoridades, más si se trata de gente surgida del pueblo”, dijo.