De los 43 municipios de Tamaulipas, únicamente 10 cuentan con su Atlas de Riesgo actualizado, todos ellos ubicados en la franja fronteriza, mientras que los 33 restantes mantienen información obsoleta que data de hace más de una década, reveló el Coordinador Estatal de Protección Civil, Luis Gerardo González de la Fuente.
El funcionario reconoció que el Atlas de Riesgo estatal no se renovaba desde los años 2007 y 2008, situación que complicaba la planeación preventiva ante fenómenos naturales como lluvias, inundaciones o incendios.
“Así es, el Atlas de Riesgo del Estado no estaba actualizado desde el 2008, 2007. Por eso nos dimos a la tarea, es una pieza clave para este tipo de eventos”, señaló González de la Fuente.
Indicó que, aunque todos los municipios cuentan con un Atlas de Riesgo, la mayoría no lo ha actualizado en los últimos años, por lo que el Gobierno del Estado decidió asumir la responsabilidad de renovar la información a través de un Atlas Estatal, que sirva como guía para autoridades locales y federales.
“Todos tienen, pero no está actualizado. Entonces nosotros vamos a asumir eso con el Atlas de Riesgo Estatal”, explicó.
La primera etapa de este proceso se concentró en la zona norte del estado, donde se encuentran los municipios fronterizos, debido a que históricamente presentan mayor actividad hidrológica y vulnerabilidad climática.
“La actualización del Atlas de Riesgo de la zona norte ya quedó, que son 10 municipios de la franja fronteriza; esto se determinó primero por antecedentes históricos, donde hubo más actividad hidrológica”, puntualizó.
Respecto a los municipios que aún operan con versiones anteriores, el titular de Protección Civil explicó que la dependencia trabaja con base en los análisis de riesgo existentes y en la información que se va generando de manera constante.
Finalmente, González de la Fuente reconoció que aún no se cuenta con un dato preciso sobre el número de habitantes que viven en zonas de riesgo dentro de Tamaulipas, aunque adelantó que ya se colabora con el INEGI para actualizar la cartografía estatal y definir con mayor exactitud las áreas vulnerables.