Al registrarse una saturación de unidades de carga comercial en la conocida carretera 57 del centro del país, el gobierno federal ha dispuesto transformar la vía Altamira–Reynosa en una autopista de cuatro carriles, en un ambicioso proyecto que promete revolucionar la movilidad, el comercio y la seguridad vial en la región.
El secretario de Obras Públicas del Estado, Pedro Cepeda Anaya, anunció que en 2025 arrancarán las millonarias inversiones del Gobierno Federal a través de la SICT, para modernizar y ampliar esta ruta estratégica que conecta con la frontera norte.
El plan incluye la rehabilitación total de la vía actual y la construcción de un nuevo cuerpo paralelo, lo que convertirá a esta carretera en un corredor de alta velocidad para transporte de pasajeros y mercancías.
Reconoció que la carretera 57 está reventada de tráfico y ya no soporta la enorme carga vehicular. Subrayó que la nueva vía será clave para agilizar el paso hacia Estados Unidos, potenciando a Tamaulipas como gigante logístico y comercial del noreste mexicano.
“Será un parteaguas para el transporte, la conectividad y la competitividad de nuestro estado”, aseguró el funcionario.
Con esta modernización, la Altamira–Victoria–Reynosa dejará de ser un cuello de botella y se convertirá en una arteria de progreso, capaz de desahogar miles de camiones y vehículos que hoy se enfrentan a la saturación.
El trazo final dependerá del derecho de vía, pero la promesa está hecha: cuatro carriles de modernidad para impulsar la frontera y detonar el desarrollo económico de Tamaulipas.