La lucha contra el espionaje criminal no se detiene. En una nueva ofensiva contra el llamado “Big Brother delincuencial”, elementos de la Guardia Estatal (GE) han asegurado en los últimos días múltiples cámaras de video vigilancia clandestinas en distintos municipios de la entidad, presuntamente instaladas por grupos delictivos para vigilar movimientos de las autoridades y la población.
Los descubrimientos se han registrado en Miguel Alemán, Abasolo y Reynosa, donde los uniformados hallaron sofisticados equipos de videograbación ocultos en luminarias y postes de servicio público, operando fuera de cualquier autorización legal.
En Miguel Alemán, los agentes estatales detectaron una cámara giratoria colocada en un poste de Telmex, sobre la calle Vela Ramírez de la colonia Educación. El dispositivo fue retirado y enviado a la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJT) para determinar su procedencia y propósito.
Mientras tanto, en Abasolo, se descubrió una cámara oculta dentro de una lámpara del alumbrado público, sobre la carretera estatal 38 rumbo al Ejido Nuevo Morelos. Al revisar el objeto, los efectivos hallaron un circuito de video vigilancia completo con módem integrado, alimentado por la misma energía de la luminaria. El hallazgo encendió las alarmas entre los habitantes del sector, quienes temen que se trate de una red criminal de espionaje.
El tercer aseguramiento tuvo lugar en Reynosa, donde las Fuerzas Especiales de la Guardia Estatal (FEGE) desmontaron otra cámara colocada en un poste de la colonia Reserva Territorial Campestre. Según los reportes, el dispositivo no contaba con autorización oficial y podría haber sido usado para monitorear patrullajes o movimientos estratégicos de seguridad.
Todas las cámaras fueron puestas a disposición de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), que ya investiga quién o quiénes están detrás de esta red clandestina que parece extender sus tentáculos por el territorio tamaulipeco.
Con estos aseguramientos, la SSPT a través de la GE reafirma su compromiso de recuperar el control de las calles y desmantelar los ojos del crimen, que durante años han intentado vigilar y anticipar cada paso de las fuerzas del orden.