Una nueva alerta desde Washington mantiene en vilo al sector ganadero de Tamaulipas. Si México no erradica por completo el brote de gusano barrenador antes del 31 de mayo, Estados Unidos impondrá un nuevo cierre a las exportaciones de ganado en pie.
El ultimátum fue emitido por la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos, en un comunicado oficial donde se advierte que no habrá prórrogas ni concesiones. La medida afectaría directamente a Tamaulipas, uno de los principales estados exportadores.
“El riesgo es totalmente real. Si no hay acciones contundentes, nos cierran la frontera”, advirtió Cuauhtémoc Amaya García, subsecretario de Desarrollo Pecuario y Forestal en el estado.
Según el funcionario, el gobierno federal enfrenta una presión creciente para aplicar protocolos sanitarios más rigurosos en el combate al gusano barrenador, detectado recientemente en el sur del país. Las acciones sugeridas por EE.UU. incluyen la autorización de vuelos para liberar mosca estéril y la eliminación de aranceles a insumos agrícolas estadounidenses destinados al control de la plaga.
La amenaza no es menor. De concretarse el cierre, se perdería la exportación de hasta 73 mil cabezas de ganado, como ocurrió en el ciclo anterior. Las consecuencias económicas serían inmediatas: el precio del ganado en pie caería hasta 35 pesos por kilo, afectando gravemente los ingresos de los productores.
“Pasaríamos de 110 a 75 pesos por kilo. Es insostenible para muchos ranchos”, explicó Amaya García.
Además, reconoció que actualmente no existen alternativas reales al mercado estadounidense. Un viraje hacia la exportación de carne procesada requeriría una transformación completa del esquema productivo.
Por ahora, la cuenta regresiva avanza. Y con ella, la presión sobre las autoridades mexicanas para evitar un nuevo golpe al campo tamaulipeco.