El huevo blanco, alimento básico de la mesa tamaulipeca, se ha disparado hasta los 85 pesos por el paquete de 30 piezas, convirtiéndose en un verdadero dolor de cabeza para amas de casa y padres de familia que se preparan para el regreso a clases.
El incremento es contundente: en tan solo un año, el precio pasó de 65 a 85 pesos, es decir, un aumento del 40%, golpeando de lleno la economía doméstica justo en el peor momento: cuando los gastos escolares, uniformes y transporte ya exprimen los bolsillos.
Los consumidores lo resienten día a día.
“El huevo es rápido, nutritivo y rendidor, pero cada vez alcanza menos. Antes compraba dos charolas, ahora apenas una”, lamentó Juanita Ávalos, vecina de la Colonia Libertad.
En los mercados locales, líderes como Fernando Tovar, representante de los locatarios del Mercado Argüelles, advierten que este producto no puede faltar en la dieta diaria:
“El huevo es parte fundamental del desayuno escolar, y su encarecimiento complica aún más la situación de las familias”, alertó.
El panorama es claro: con el inicio del ciclo escolar la demanda aumenta, y los precios siguen escalando, dejando a muchos hogares en la encrucijada de estirar su presupuesto o sacrificar parte de su alimentación.
Lo que alguna vez fue símbolo de economía y accesibilidad, hoy se ha convertido en un lujo en la mesa tamaulipeca, reflejo de la dura realidad que viven miles de familias en la región.