Victoria, Tamaulipas.– Aunque el Gobierno de Tamaulipas busca alcanzar la electrificación total antes de 2028, el propio secretario de Desarrollo Energético, Walter Jiménez, reconoció que el programa enfrenta limitaciones presupuestales y dependerá de la participación de empresas privadas para poder concretarse.
El proyecto, presentado como una estrategia de “justicia energética”, pretende instalar sistemas fotovoltaicos autónomos en unas 2 mil 700 viviendas rurales que aún carecen del servicio, principalmente en Bustamante, Miquihuana y Tula, donde la conexión convencional resulta inviable.
“Tenemos un presupuesto inicial de uno o dos millones de pesos, pero requerimos más recursos y la colaboración del sector privado para lograrlo”, admitió.
Jiménez explicó que cada instalación solar costará entre 22 y 25 mil pesos, lo que implica un gasto total superior a 60 millones de pesos, monto que aún no está completamente garantizado.
Para cubrir el déficit, la Secretaría planea invitar a empresas de energía a patrocinar parte del programa como parte de sus obligaciones sociales derivadas de sus permisos federales.
El secretario aseguró que los beneficiarios no pagarán nada, y advirtió que se vigilará que nadie intente cobrar por los equipos, como ha ocurrido en otros Estados con programas similares.
También reconoció que algunos padrones municipales fueron reducidos tras verificaciones, al descubrir que el número real de viviendas sin energía era menor al reportado, un tema que calificó como muestra de “honestidad” pero que también evidenció fallas previas en la información oficial.
Ante la falta de recursos para contratar personal técnico, la instalación de los sistemas será realizada con el apoyo de estudiantes de universidades y tecnológicos del Estado, quienes recibirán capacitación para colocar los primeros 40 equipos antes de finalizar el año.
Actualmente, Tamaulipas tiene un 99.94% de cobertura eléctrica, según la CFE.
El 0.06% restante, unas pocas comunidades rurales, es el objetivo de este programa, cuya ejecución dependerá de la disponibilidad de recursos y la cooperación de empresas privadas.
“Con voluntad lo vamos a lograr”, dijo Jiménez, aunque reconoció que el éxito del plan está condicionado por la migración de fondos y la voluntad política.
 
			