Ciudad Victoria, Tamaulipas.– El Poder Judicial de Tamaulipas enfrenta un nuevo foco de controversia: la jueza de Altamira, Roxana Ibarra Canul, investigada por posibles irregularidades en juicios de custodia, asumirá oficialmente su cargo el próximo 1 de octubre.

El presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Hernán de la Garza Tamez, confirmó que las investigaciones continúan, aunque será el recién creado Tribunal de Disciplina Judicial quien resuelva el caso.

Tres visitadores especiales revisan los procesos del Cuarto Juzgado de lo Familiar en Altamira, donde Ibarra Canul despachó con señalamientos de posibles anomalías en los expedientes.

“Yo sí he advertido irregularidades en este caso, aunque no ha concluido y será el Tribunal de Disciplina quien lo conozca en su momento”, señaló De la Garza, sin aclarar cómo garantizará la confianza pública en el nombramiento.

La contradicción es evidente: mientras se investigan las acusaciones, la jueza electa el pasado 1 de junio se prepara para asumir su cargo con pleno reconocimiento institucional, generando dudas sobre transparencia y legitimidad.

El caso expone tensiones internas en el Poder Judicial y cuestiona la eficacia del Tribunal de Disciplina Judicial, aún sin resolver asuntos emblemáticos.

La protesta de Roxana Ibarra Canul, programada para el 1 de octubre, se perfila como un acto bajo escrutinio ciudadano, que pone en debate la credibilidad del sistema judicial tamaulipeco.