A casi un mes de que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) notificara a familias que habitan dentro del cauce del río San Marcos sobre el inicio de un procedimiento de desalojo, en las colonias afectadas aún prevalece un ambiente de incertidumbre y presión, según denuncian los propios vecinos.
El delegado estatal de la dependencia, Jaime Gudiño Zárate, advirtió en su momento que difícilmente podrán acreditar la legal propiedad del terreno, ya que muchas de las construcciones se encuentran en zona de riesgo y de manera completamente irregular.
Las notificaciones se emitieron dentro de un operativo que forma parte del “Plan Nacional Hídrico”, en el cual se estableció un corto plazo para presentar pruebas, seguido de una etapa de evaluación.
Sin embargo, habitantes aseguran que, pese a haber entregado documentos, no han recibido respuesta clara sobre su situación.
“Estamos en la incertidumbre total. Nos dicen que esperemos, pero también pensamos que nos van a sacar en cualquier momento”, manifestó uno de los vecinos afectados.
Según CONAGUA el objetivo es proteger a las familias de un posible desastre, al encontrarse en un área de alto riesgo.
Sin embargo, los denunciantes aseguran que personal de la CONAGUA mantiene visitas constantes que consideran “presión” para abandonar sus viviendas.
Desde el inicio del proceso la CONAGUA aclaró que carece de facultades para ofrecer alternativas sociales y que esa responsabilidad recae en los gobiernos estatal y municipal.
Con el procedimiento aún en curso permanece la tensión y la incertidumbre de las familias que temen perder parte de sus propiedades.