Obispo de Victoria: “El periodista debe escuchar, buscar y anunciar con verdad”

Victoria, Tamaulipas.- En el marco del Día del Periodista, Monseñor Oscar Efraín Tamez Villarreal, Obispo de la Diócesis de Victoria, dirigió un mensaje a los comunicadores, destacando el papel fundamental que desempeñan en la sociedad y cómo su labor puede ser un camino hacia la santidad.

Durante la misa celebrada este sábado, el obispo subrayó que las lecturas del día, correspondientes al tiempo de Navidad, ofrecían una reflexión precisa para el ejercicio periodístico.

Citando al apóstol Juan, Tamez Villarreal recordó que “busquemos la santidad” es una exhortación que aplica no solo a la vida personal, sino también al ámbito profesional.

“Para alcanzar la santidad, necesitamos ser conscientes de dos cosas: nuestra vocación y nuestra profesión”, expresó el obispo, señalando que el periodismo, más que un oficio, es parte de una vocación de servicio.

Monseñor Tamez Villarreal destacó que los periodistas, al buscar y contar historias, tienen la oportunidad de amar y servir al prójimo, lo que los acerca a Dios. “Por insignificante que pueda parecer una acción, si se hace a favor de otro, se está sirviendo a Dios”, afirmó.

El obispo enumeró cuatro verbos que, a su juicio, definen el trabajo periodístico y lo vinculan con el camino espiritual: escuchar, buscar, permanecer y anunciar.

Escuchar, “Todo buen periodista empieza escuchando. Así como los discípulos escucharon a Juan el Bautista señalar a Jesús, ustedes escuchan las voces de la sociedad”.

Buscar, “El periodista busca la noticia, del mismo modo que el creyente busca la verdad y la justicia”.

Permanecer, “Es necesario quedarse, comprender, profundizar en los hechos antes de anunciarlos”.

Anunciar, “Finalmente, el periodista comparte la verdad, tal como los discípulos anunciaron lo que habían encontrado”.

Monseñor Tamez concluyó su mensaje pidiendo a Dios que bendiga el trabajo de los periodistas y sus familias. “Que su labor de informar sea también una labor de amor, que los conduzca no solo a ser mejores profesionales, sino mejores personas y, en ese camino, a alcanzar la santidad”.