El corazón de la capital tamaulipeca late con fuerza en pleno agosto: calles abarrotadas, papelerías repletas y familias enteras recorriendo cada pasillo en una auténtica cacería de ofertas para enfrentar el temido regreso a clases del próximo 1 de septiembre.
Padres, madres y hasta abuelas se lanzan a la batalla contra los altos costos de mochilas, libretas y lápices, con un solo objetivo: hacer rendir hasta el último peso.
“Venimos todos juntos porque así comparamos precios y nos alcanza más”, dijo entre prisas una madre de nombre Juanita Tovar, mientras sus hijos peleaban por elegir la mochila de su superhéroe favorito.
Los comerciantes del centro aseguran que en los últimos días las ventas se han disparado, con familias que llegan cada vez más calculadoras y organizadas, revisando lista en mano y sin dejarse llevar por cualquier precio.
Se calcula que en promedio los padres de familia gastan entre mil 500 y 2 mil 500 pesos por alumno. Sin embargo, la cifra puede aumentar en hogares con más de un hijo
El sacrificio no es menor: cada recorrido se convierte en maratón de ofertas, discusiones y cuentas rápidas con la calculadora del celular. Sin embargo, también hay espacio para la enseñanza.
“Antes no había tantas facilidades; ahora hay que aprovecharlas, porque estudiar abre puertas en la vida”, reflexiona una abuela mientras orienta a sus nietos.
El centro de Ciudad Victoria se transforma así en un hervidero económico, donde el esfuerzo de las familias victorenses resuena entre bolsas repletas de útiles y el sudor de quienes no se rinden ante el peso del gasto escolar.