El desarrollo y crecimiento urbano de las ciudades, es una constante en Tamaulipas, por lo que, resulta fundamental ordenarlas de la mejor manera; ya que la densidad poblacional y el flujo vehicular, motiva y obliga a efectuar mejoras en las vías de comunicación, para optimizar la circulación y la seguridad vial de peatones, pasajeros y conductores de vehículos, expone el Diputado Francisco Javier Garza de Coss.

Hace referencia a la necesidad de tener reductores de velocidad -topes- pues son los más efectivos para promover la disminución de la velocidad de los vehículos de manera segura y confiable, por lo que, en consecuencia, representan un instrumento que busca proteger la seguridad de los peatones y conductores, reduciendo de manera importante, los riesgos de accidentes viales.

Estos reductores de velocidad deben estar en zonas escolares, hospitales, plazas públicas o centros de reunión, ya sean recreativos o comerciales. Por ello, regular el tránsito y control de las vialidades de uso público comprendidas en el Estado y sus Municipios, así como garantizar la seguridad de las personas:

“Consideramos que la implementación de medidas de seguridad activa, en las vialidades o áreas de rodamiento, con los reductores de velocidad; darán como resultado, que los riesgos para proteger la integridad de las personas y de los automovilistas, se reducirán sistemáticamente, de allí, que su regulación en el marco jurídico estatal, como lo es la Ley de Tránsito, será una aportación relevante”.

En este sentido, la implementación de los topes o reductores de velocidad en determinadas avenidas, calles o vías de rodamiento, debe corresponder a requerimientos ciudadanos con el respaldo de los estudios técnicos en materia de seguridad vial en las calles o avenidas señaladas en la petición ciudadana; y verificar que la misma, este acorde con los principios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad.

Lo anterior, ya que es del conocimiento público, que una buena parte de los Municipios, han instalado reductores de velocidad en las calles y/o avenidas, los cuales, no cuentan con la señalización debida, lo que ha ocasionado daños al patrimonio familiar, en virtud de que un buen número de vehículos automotrices, resultan dañados principalmente de la suspensión y llantas, aunado, a las posibles lesiones, aunque sean mínimas, de las personas que transitan.

Agrega que la Ley de Tránsito, debe regular la instalación de topes o reductores de velocidad en la vía pública.