El constante incremento en los precios de materiales de construcción ha puesto contra las cuerdas al gremio de herreros en la capital tamaulipeca.

Francisco Javier Amaro Hernández, herrero con más de 40 años de experiencia, aseguró que los costos se han disparado desde la pandemia y el inicio del conflicto en Ucrania, situación que ha frenado tanto la construcción privada como la pública.

“Los materiales siempre se incrementan año con año, pero desde la pandemia y la guerra en Ucrania ha sido alarmante”, afirmó Amaro Hernández, quien relató cómo este fenómeno ha reducido drásticamente la demanda de estructuras metálicas, afectando el ingreso de los trabajadores del acero.

Según explicó, insumos básicos como marcos metálicos, chapas, tornillos y soldadura han duplicado o triplicado su precio “El marco de una puerta que antes costaba 150 pesos ahora cuesta 350, la chapa subió de 100 a 300 pesos, y las pijas de 30 centavos a un peso”, detalló.

Esta alza ha provocado que muchas personas desistan de construir o reparar, y, en consecuencia, el trabajo para los herreros se ha vuelto escaso “Ahorita me salen dos trabajitos diarios, pero son pequeños. De soldar una puerta rota, reparar un techo, poner unas pijas. Eso te deja para comer, pero nada más”, lamentó.

Frente a esta situación, muchos herreros se han visto obligados a diversificarse o recurrir a materiales reciclados para reducir costos “Compramos ángulos en el fierro viejo en 300 pesos, cuando nuevos cuestan más de 700. Los limpiamos, soldamos y pintamos. Todo para ajustarnos al presupuesto del cliente”, explicó.

Aunque las restricciones sanitarias por la pandemia han quedado atrás, sus consecuencias económicas, junto con factores internacionales como los posibles aranceles al acero, siguen impactando negativamente a sectores como la herrería y la construcción.

“Ya no es como antes. Antes sacabas para vivir y para guardar. Ahora es día con día”, concluyó el artesano.