La Agencia para la Prevención y el Control de Enfermedades Infecciosas surcoreana (KDCA) dio a conocer que volverán a aplicar la vacuna contra COVID-19 a personas de entre 30 y 60 años de edad.

El uso del fármaco de AstraZeneca no se detuvo en mayores de 60, pero sí temporalmente en menores de esa edad, tras detectar casos sospechosos de trombosis como los de Europa.

Luego de revisar la información, reactivaron la vacunación en personas de 30 o más años. Sólo no está habilitada aún para jóvenes de 29 o menos.

Jeong Eun Kyeong, comisionado de la KDCA, afirmó que “hemos detectado tres casos de trombos sanguíneos hasta ahora, pero hemos llegado a la conclusión de que no pueden ser considerados como casos de efectos secundarios”.

Es decir, por la baja cantidad de trombosis no detectan que sean causadas por las vacunas, sino que podrían ocurrir de todos modos en el país por otras causas.

Continuarán con las investigaciones para tomar decisiones conforme a la información científica, según expone la autoridad.

Además sostiene que los beneficios superan contundentemente los supuestos riesgos.

Desde febrero a la fecha ha vacunado Corea del Sur a 1.1 millones de personas con al menos una dosis, sólo el 2% de la población.

Casi el 80% de las dosis aplicadas han sido de AstraZeneca. El 20% restante ha sido con la vacuna de Pfizer/BioNTech.

Cuatro de cada cinco inyecciones contra COVID-19 son con la vacuna de AstraZeneca.