WASHINGTON, D.C. – En un movimiento que alivia la posible presión sobre los consumidores y otorga un respiro a gigantes tecnológicos como Apple y Samsung, la administración del Presidente Donald Trump ha decidido excluir teléfonos inteligentes, computadoras y otros productos electrónicos clave de la lista de aranceles recíprocos que se han estado implementando. La decisión, con efecto retroactivo al 5 de abril de 2025, señala una consideración del impacto económico directo en los ciudadanos estadounidenses y en la competitividad de las empresas tecnológicas.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP) emitió una lista detallada de los códigos arancelarios exentos, abarcando una amplia gama de productos esenciales en la vida moderna. Desde computadoras portátiles y de escritorio hasta unidades de disco y equipos automáticos de procesamiento de datos (bajo el código 8471), la exclusión busca evitar un aumento significativo en los precios de estos bienes de consumo. También se incluyen en la exención dispositivos semiconductores, equipos relacionados, chips de memoria y pantallas planas, componentes cruciales en la fabricación de la electrónica actual.

Esta medida representa un reconocimiento tácito del intrincado entramado de las cadenas de suministro globales, donde empresas como Apple, que ensambla la mayoría de sus iPhones en China, y Samsung, con una significativa producción en Asia, se habrían enfrentado a costos prohibitivos de haber estado sujetos a estos aranceles. La exclusión les permite mantener una mayor estabilidad en sus precios y operaciones.

Si bien esta decisión es vista como un alivio tanto para los consumidores como para la industria tecnológica, la administración Trump reiteró su objetivo a largo plazo de incentivar la relocalización de la producción a los Estados Unidos. Se ha señalado que empresas de la talla de Apple, Nvidia y Taiwan Semiconductor están comenzando a tomar medidas en esta dirección, aunque el proceso de trasladar complejas cadenas de suministro es largo y desafiante.

No obstante, el panorama comercial podría experimentar nuevos cambios en el futuro cercano. La administración Trump anunció planes para iniciar una nueva investigación de seguridad nacional centrada en la industria de los semiconductores. Esta investigación podría derivar en la imposición de aranceles específicos a este sector estratégico, lo que subraya la volatilidad y la continua reevaluación de la política comercial estadounidense.

En definitiva, la exclusión de celulares y computadoras de los aranceles recíprocos representa una jugada estratégica que busca minimizar el impacto económico inmediato en los consumidores y proteger la competitividad de las grandes tecnológicas, al mismo tiempo que se mantiene la presión para una futura relocalización de la producción en sectores clave. El ojo público y la industria estarán atentos a los próximos movimientos, especialmente en lo referente a la investigación sobre los semiconductores.