La inflación en Estados Unidos se desaceleró al 6.4 por ciento interanual, pero tuvo un ligera repunte en el IPC del 0.5%. Los precios al consumidor se aceleraron en enero, pero el aumento anual fue el menor desde fines de 2021, lo que apunta a una desaceleración continua y probablemente mantenga a la Reserva Federal en una senda moderada de aumento de las tasas de interés.

De acuerdo con los datos publicados por el Departamento del Trabajo, la inflación mensual se vio impulsada en parte por el aumento de los precios de la gasolina, que aumentaron un 3.6% en enero. No obstante, la inflación se está desacelerando, lo que permitiría a la Fed continuar con su pequeño ritmo de subida de tipos el próximo mes.

Esa fue la ganancia más pequeña desde octubre de 2021 y siguió a un aumento del 6,5% en diciembre. El IPC anual alcanzó un máximo de 9.1% en junio, que fue el mayor aumento desde noviembre de 1981.

La moderación de las presiones sobre los precios refleja una política monetaria más estricta, que pesa sobre la demanda, así como mejores cadenas de suministro. Pero pasará un tiempo antes de que la inflación regrese al objetivo del 2% de la Fed debido a los alquileres rígidos y un mercado laboral ajustado, que mantienen elevados los precios de los servicios.