El motivo principal detrás de esta decisión es la solicitud de Pepsico de incrementar los precios en un 7%, según reportes de RTL. Carrefour optó por no continuar vendiendo los productos de Pepsico una vez se agoten las existencias disponibles, e informó a sus clientes mediante carteles explicativos en los estantes. En estos carteles se expresa claramente la razón de la suspensión de la venta: el aumento de precios considerado inaceptable por la empresa minorista.
Las negociaciones entre Carrefour y Pepsico, que inicialmente estaban programadas para concluir entre el 15 y el 31 de enero en Francia, han cobrado relevancia en un contexto en el que el gobierno francés modificó las fechas límite para intentar repercutir de manera más rápida las variaciones de precios en algunas materias primas.
Otras cadenas de distribución, como Système U y Leclerc, han expresado su preocupación por las demandas de incremento de precios de los fabricantes, con cifras que oscilan entre el 6% y el 20%. Estas empresas también se plantean seguir la misma estrategia que Carrefour, aunque reconocen que suspender la venta de productos puede tener repercusiones en la fidelidad de los consumidores, quienes podrían buscar alternativas en la competencia si no encuentran los productos deseados.
El contexto económico en Francia muestra una inflación del 3.7% al finalizar el año 2023, con un aumento notable en los precios de los alimentos, alcanzando un 7.1% en promedio anual y un 8.8% en productos frescos en diciembre. Estos incrementos en los precios de los alimentos se sitúan por encima de las cifras generales de inflación, lo que refleja un desafío significativo para los minoristas y los consumidores.