Este sábado 1 de agosto, China confirmó el peor brote de Covid-19 registrado en los últimos meses, el cual fue atribuido a la variante Delta del virus surgido en la ciudad de Wuhan a finales de 2019.
En las últimas horas, el país asiático registró 55 nuevo casos, detalló información de la Comisión Nacional de Salud. En lo que va de julio se han registrado más de 300 infecciones que desarrollaron algún síntoma relacionado.
“La principal cepa en circulación actualmente es la variante delta (…), lo que supone un desafío incluso mayor para la prevención del virus y el trabajo de control”, dijo en una conferencia de prensa Mi Feng, portavoz de la Comisión Nacional de Salud.
Focos de contagio
Más de 260 casos en el país están vinculados con un brote en la oriental provincia de Jiangsu, donde nueve miembros del personal de limpieza del aeropuerto internacional de la ciudad de Nanjing dieron positivo el 20 de julio.
Las autoridades de Nanjing decretaron este sábado el cierre de las atracciones turísticas y culturales, tras el aumento de casos.
Las autoridades reportaron nuevos focos de contagios en la región de Fujian (sureste) y en la municipalidad de Chongqing, de 31 millones de habitantes, que ordenó el viernes un cribado masivo de tests para las personas que habían visitado lugares vinculados a casos confirmados de covid.
Centenares de miles de personas ya han sido confinadas en la provincia de Jiangsu, mientras en Nanjing 9,2 millones de residentes han sido sometidos a tests de diagnóstico en dos ocasiones.
La turística ciudad de Zhangjiajie, en la provincia de Hunan, donde un puñado de casos asistieron a una obra de teatro, confinó al millón y medio de residentes y cerró todas las atracciones turísticas el viernes, según una nota oficial.
Conocida por sus sorprendentes formaciones rocosas, en esta ciudad se rodó parte de la taquillera película “Avatar”.
En el distrito Changping de Pekín, donde se han detectado dos casos de transmisión local, 41.000 personas en nueve zonas residenciales quedaron confinadas el jueves.
En la ciudad de Zhengzhou, epicentro de las mortíferas inundaciones de la céntrica provincia de Henan, las autoridades decretaron pruebas diagnósticas para 10 millones de residentes tras la detección de un caso asintomático.
China se había jactado de su éxito en controlar la epidemia tras imponer el primer confinamiento del mundo a principios de 2020 poco después de que el covid-19 surgiera en la ciudad de Wuhan, en el centro del país.