Ahora que se estrenó el volumen dos de la quinta temporada de Stranger Things, se revelaron importantes nuevas claves sobre la historia, incluido el hecho de que el Mundo del Revés no es exactamente como lo conocíamos.

Sin embargo, uno de los puntos más relevantes es que todo parece indicar que Eleven deberá tomar una decisión crucial para destruir la amenaza que pone en peligro al mundo, que podría implicar un sacrificio personal.

Pero, ¿es realmente posible que Eleven se sacrifique? ¿Existe otra forma de detener al gran villano? A continuación, te explicamos qué han dicho los creadores de la serie, los hermanos Duffer.

Advertencia: Esta nota contiene spoilers del volumen 2 de la quinta temporada de Stranger Things

 

EL DILEMA MORAL DE ELEVEN ANTE EL PODER Y EL SACRIFICIO

Antes del final de Stranger Things, se revelaron nuevos elementos clave, como el hecho de que el poder de Eleven es demasiado grande y codiciado por todos aquellos que lo conocen. Estas apuestas se elevan aún más en el volumen dos, cuando se plantea que la sangre de los niños podría, potencialmente, crear a más como ellos.

Aunque Eleven y su hermana sustituta, Kali (Linnea Berthelsen), utilizan sus habilidades para el bien, eso no representa una garantía. Con el gobierno intentando crear nuevos niños con poderes, existe la misma probabilidad de que esos experimentos den origen a otro Vecna (Jamie Campbell Bower).

Por ello, aunque Eleven sueñe con un final feliz, Kali, incapaz de soportar la idea de que pueda surgir otro monstruo como Vecna, propone que cuando el Mundo del Revés y Vecna sean destruidos definitivamente, ambas deberían quedarse dentro de su infraestructura en ruinas mientras está colapsa.

De esta forma, Kali y Eleven aceptarían la muerte antes que permitir el nacimiento de otra amenaza. Esta posibilidad deja tanto a Eleven como al público con profundas preguntas mientras se acerca el episodio final.

Sobre esta visión pesimista de Kali, los hermanos Duffer explicaron a Variety que esta fue una de las razones para traer de vuelta al personaje, ya que Stranger Things siempre ha presentado amenazas duales a lo largo de su narrativa.

Así, la destrucción de Vecna no solo implica una victoria, sino también un dilema moral: ¿tiene razón Kali al creer que ella y Eleven deberían quedarse en el Mundo del Revés para eliminar cualquier posibilidad de ser usadas nuevamente como armas? ¿O es Mike quien acierta al recordarle a Eleven que son ellos quienes deciden su propio final?

Cuando no estaba claro si Stranger Things continuaría después de su primera temporada, era perfectamente posible que Eleven se sacrificara para garantizar la seguridad de sus amigos y, aunque finalmente regresa, esa disposición a aceptar su propio destino siempre ha sido un rasgo central del personaje.

Ahora, Eleven se enfrenta a una decisión muy similar, y es vivir una vida junto a sus amigos o asegurarse de que nada de esto vuelva a ocurrir jamás. Si el único villano fuera Vecna, la elección parecería sencilla, ya que destruirlo significaría liberar a los niños que fueron usados como contenedores y cerrar el Mundo del Revés para siempre. Sin embargo, la situación es mucho más compleja ahora que Dustin descubre que el Mundo del Revés no es un mundo ni una dimensión independiente, sino un agujero de gusano, un puente hacia otro mundo.

Ante este panorama, Matt Duffer planteó una pregunta clave: ¿cómo puede existir un final feliz en estas condiciones? “Esa es la pregunta que nos hacemos al llegar al final”, explicó. El conflicto de Eleven, añadió, es “una gran cuenta pendiente que no se resuelve hasta el último momento”.

Por lo que con todo lo que plantea el volumen dos, la serie deja abierta la inquietante posibilidad de que Eleven tenga que acabar con todo sacrificándose para cerrar definitivamente la amenaza. No obstante, Stranger Things siempre ha sido una historia sobre la elección, el amor y la resistencia frente al destino. Tal vez el final no sea completamente feliz, pero sí coherente con el viaje de Eleven, uno en el que salvar al mundo implica perder algo irremplazable.