“El 28 de diciembre nos recuerda lo que somos durante los otros 364 días del año…”

Mark Twain

 

Fresco aún un nuevo caso de presuntas anomalías en la anterior administración estatal, permítame empezar esta lectura con una pequeña historia que empieza a hacerse añeja.

Tras ser detenido en noviembre del 2000 Pedro Hernández Carrizales en Mérida, Yucatán, quien fuera Secretario de Desarrollo Social en el sexenio de Manuel Cavazos Lerma, una de sus declaraciones ante fiscales y jueces sobre su responsabilidad en presuntas irregularidades en la construcción de la carretera Rumbo Nuevo, quedó grabada en la memoria colectiva.

La frase fue lapidaria:

“Yo no me mandaba solo…”

Lo que dijo Pedro era tan cierto que como dice la voz popular, por sabido se callaba, pero lo inesperado era que el ex titular de la SEDESOL estatal lo asentara formalmente en un expediente penal, rompiendo la rancia tradición política de no involucrar a quien fue su jefe y en su caso seguía siendo su amigo.

¿Por qué traer al presente ese pasaje?

Sucede que hoy, un ex secretario en la administración de Francisco Javier García Cabeza de Vaca fue vinculado a proceso por diversos presuntos ilícitos en sus funciones públicas. Se trata de Gilberto Estrella Hernández, otrora Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente.

Los cargos contra Hernández Carrizales, igual que para Estrella Hernández, son lo de menos en lo que intento  exponer. El meollo de todo esto es la similitud en un aspecto de los dos personajes en esta amarga experiencia.

Gilberto Estrella es recordado como el mejor Director General –así les llaman a los delegados en esa área– de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y su papel como funcionario estatal estuvo exento de escándalos. El caso de Pedro es parecido, porque nadie dudaba de su capacidad técnica como arquitecto al grado de que la carretera Rumbo Nuevo fue calificada en su momento como una hazaña de ingeniería en comunicaciones terrestres.

Los dos, todo lo indica, fueron y quizás aún lo son, brillantes profesionales, pero su delito si así se le puede llamar, es haber obedecido sin chistar las órdenes de quienes mandaban en Tamaulipas en esos días. Hernández Carrizales fue encarcelado por acatar las obsesiones de Manuel Cavazos Lerma y Estrella Hernández podría también ser huésped de una celda por aceptar a rajatabla los evidentes abusos de García Cabeza de Vaca.

No sé si se atreva el ex funcionario cabecista a seguir los pasos de Pedro y admitir que en los delitos que se le imputan sólo siguió instrucciones de Francisco García, pero lo haga o no, todos sabemos que en un Estado sólo existe una voluntad política y obedecerla significa para los secretarios en turno dos posibles saldos: Terminar como feliz millonario sexenal o resignarse a acabar, por lo menos temporalmente, con sus huesos en un reclusorio.

Falta poco para saber en que termina este nuevo affaire cabecista, pero un viejo aforismo vuelve a salir a flote:

Quien acepta las causa, acepta las consecuencias…

ALE, LA OPCIÓN DEL PRI

Quien lo ponga en tela de duda no quiere ver o no quiere oir.

La diputada local Alejandra Cárdenas Castillejos es una de las últimas  –y escasas– cartas fuertes que le quedan al Partido Revolucionario Institucional en Ciudad Victoria para tratar de recuperar por lo menos parte de su relevancia política.

En lo personal, no veo en estos momentos quien, como militante activo del ex invencible, tenga mejor trabajo realizado como representante priísta para ser aspirante real a un puesto de elección popular.

Si usted asistió a su reciente informe de actividades, lo escuchó o lo leyó, podrá dar fe de esta percepción. Ex alcaldes, anteriores y actuales diputados, líderes de sectores, dirigentes empresariales y una larga lista de personajes se dieron cita para darle a ese evento la trascendencia que merece el prolífico trabajo legislativo de Alejandra.

Bien por ella. El tricolor necesita oxígeno en esta capital y para conseguirlo Ale es sin duda una excelente opción. Ojalá la aprovechen…

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