En la encuesta del periódico El Financiero difundida este jueves, Xóchitl Gálvez se encuentra a sólo 11 puntos de alcanzar a Claudia Sheinbaum en intención del voto. En ese escenario hay que establecer que la Jefa de Gobierno con licencia tiene ya una ubicación muy firme, en cuanto a ser la más conocida, ahí la separación es de 12 puntos. En ambos casos nos queda muy claro que la senadora cuyo crecimiento es permanente, le pisa los talones a su principal adversaria.
En esa misma medición el 24 % de los encuestados opinó que es incierto quién ganará las elecciones presidenciales de 2024.
La novedad que se recoge en este procedimiento científico, llamado encuesta, es definitivamente un cambio de ruta en la elección de quien será el sucesor o sucesora de Andrés Manuel López Obrador. Hace un mes la percepción era que Morena la tenía segura, hoy existe la duda, obviamente esa duda se debe a la participación de Xóchitl, que aún está en la etapa interna, aún no es candidata, y lo mismo ocurre con Claudia, quien tiene en Marcelo Ebrard su principal competidor.
Hay otro dato interesante cuando se miden las preferencias por partido, donde Morena tiene la delantera con 39 % de la intención del voto, pero la alianza PAN-PRI-PRD resulta de la suma de 19% para el primero; 12 % para el Tricolor y 2 % del tercero, lo que representa el 33%, dicho de otra forma lo separan 6 puntos porcentuales de partido guinda, que por su parte, tendría 3 puntos del PT y un punto del PVEM, en este escenario la distancia entre la alianza de “Va por México” y la de Juntos hacemos historia, sería de 10 puntos.
En la misma encuesta Movimiento Ciudadano aparece con 6 %, una fuerza “chiquita”, pero de enorme trascendencia en su definición respecto a que bando va a apoyar, porque ir sólo, es un suicidio político-electoral en estos tiempos. Dante Delgado se está haciendo de rogar, parece evocar la canción de Agustín Lara, “vende caro tu amor aventurera”.
Así andan las cosas cuando faltan 36 días para que concluya la competencia interna de la que saldrán las candidaturas presidenciales para el 2024.
QUÉ SIGUE TRAS EL DERRUMBE EN EL COLEGIO REPISO
Dentro de lo lamentable que puede ser el derrumbe de una parte del colegio Antonio Repiso ocurrido en esta semana, hay que celebrar que ese suceso encendió los focos de alarma para que las autoridades competentes realicen trabajos de supervisión para evitar otro acontecimiento similar. Lo ideal es que todos los planteles, de todos los niveles, desde jardín de niños hasta universidad, sean públicos o privados, obtengan una certificación anual de que su infraestructura no ofrece ningún riesgo.
Esto sería lo ideal, que la autoridad competente, sea Protección Civil con acompañamiento de la SET, constatar periódicamente el estado en que se encuentra cada edificio escolar, y cuando se detecten desperfectos, debe de extender un diagnóstico de las reparaciones que tiene que hacer, con un plazo e instrucciones.
Resulta que no hay claridad en la responsabilidad del mantenimiento de las escuelas, colegios y demás instituciones. Nos sorprendió una declaración del ITIFE (Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Educativa) en el sentido de que esperará el reporte para emitir una opinión. Eso ocurrió porque entrevistaron al titular, pero la realidad es que ese organismo no tiene responsabilidad, ni recursos presupuestados para apoyar a una escuela pública en condiciones similares al Repiso, que en su condición de institución privada tendrá que resolver sus necesidades por cuenta propia.
La cuestión es que no existe un presupuesto para el permanente mantenimiento de la infraestructura en instituciones públicas, las techumbres se realizan con la cooperación de los padres, no están en ningún inventario, no son obra de los gobiernos estatal o federal, por tanto escapan de su responsabilidad. En algunas ocasiones los municipios apoyan con construcción de bardas, instalaciones sanitarias, ahora con la escasez de agua con cisternas como se está haciendo en Victoria.
Retomando el tema del Colegio Antonio Repiso, se encuentra clausurado en tanto realiza los trabajos de rehabilitación, que le permitan obtener la certificación de Protección Civil de que el edificio escolar está en condiciones de operar. En esas circunstancias el plantel educativo no sólo tiene que enfrentar el cumplimiento de las recomendaciones impuestas, sino además convencer a los padres de familia de que sus hijos estarán seguros en esas instalaciones.
No hay certeza de que logren terminar las reparaciones recomendadas dentro de los tiempos del calendario escolar, es decir que estén listos para el inicio de clases de acuerdo al calendario oficial.
El Repiso, puede y debe reconstruir su imagen hacia el exterior y particularmente en el círculo de padres de familia, involucrando a una representación de ellos a participar en esta etapa de rehabilitación; asimismo convocar a conferencias de prensa para explicar lo que se estará haciendo en el área afectada o bien al final cuando estén concluidos los trabajos.
No es nuestro afán hacer leña del árbol caído, sino por el contrario levantar los maderos para buscar su mejor aprovechamiento en la sociedad, tal como está ocurriendo.